domingo, 31 de marzo de 2013


Para tener en cuenta....


DOLORES MUSCULARES Y FIBROMIALGIA

TRASTORNOS DEL SISTEMA MUSCULAR EN EL HIPOTIROIDISMO ( II )
Dolores Musculares de Localización Variable
Contracturas – Calambres – Rampas
Entumecimiento
Falta de Flexibilidad
Dolores Articulares sin Inflamación
Síndrome del Túnel Carpiano

INTRODUCCION.-
Es muy importante aclarar el título de este capítulo, porque existe una confusión entre lo que pueden ser síntomas de un Hipotiroidismo, debidas a las alteraciones que en esta disfunción se producen en los músculos y lo que, en mi opinión, se le ha puesto incorrectamente el nombre de “Fibromialgia”, sin más apellido y se considera como una enfermedad específica.
La “mialgia” es simplemente un dolor muscular y “fibromialgia”, con minúscula sería un dolor de las fibras musculares. Es decir, tanto mialgia, como fibromialgia son síntomas. La Fibromialgia, con mayúscula, ya es un diagnóstico y añadiré que un diagnostico sombrío, porque no hay un tratamiento específico conocido y puede llegar a ser una situación auténticamente invalidante con enormes repercusiones sociales, laborales y económicas.
El propósito de este capítulo no es el discutir o polemizar sobre la patología denominada Fibromialgia, sino, como en el resto de los capítulos, analizar con detenimiento los síntomas que pueden presentarse en el hipotiroidismo, para alertar a las personas que presentan estas alteraciones, de que pueden ser debidas a un hipotiroidismo y de que para descartar un hipotiroidismo hay que basarse en los nuevos criterios diagnósticos que se han establecido en este siglo XXI.
Es evidente, que este capítulo se individualiza para llamar la atención de personas que han sido diagnosticadas de “Fibromialgia”, y por este motivo voy a referirme con cierta extensión a esta enfermedad. En 2007 y 2008 se están publicando una serie de trabajos que encuentran una asociación evidente entre el hipotiroidismo y la Fibromialgia. En mi opinión, en un porcentaje, probablemente elevado, de casos de Fibromialgia existe un Hipotiroidismo Oculto y la corrección de ese hipotiroidismo puede mejorar a estas personas. En España puede haber unas 700.000 personas con diagnostico de Fibromialgia y existen varias Asociaciones de pacientes con Fibromialgia. Seria una crueldad despertar esperanzas injustificadas en estas personas, pero lo seria aun más no advertir de la necesidad, en estos casos, de descartar un Hipotiroidismo Oculto, según los criterios recientes de la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos . Aunque sólo un 10 % de esas 700.000 personas ( muchas más si nos referimos al mundo de habla hispana ), pudieran corresponder a casos de hipotiroidismo y beneficiarse con el tratamiento adecuado, ya valdría la pena haber hecho esta llamada de atención.
En este capítulo, que puede ser la primera llamada de atención sobre este problema a nivel internacional, es evidente que tendré que utilizar una amplia bibliografía muy reciente en que apoyarme y que en ocasiones puede llegar a tener un aspecto más “médico”. Pero no me salgo de mi linea; es un libro dirigido a pacientes y a personas que sufren, en este caso mucho, pero tengo que exponer sólidos argumentos, para que Vd. que tiene dolores musculares, que se despierta por la noche con contracturas o calambres intensos, o que ya tiene establecido un diagnostico de Fibromialgia, pueda preguntarle a su médico; “ Doctor, ¿ es posible que yo tenga un hipotiroidismo incipiente, un Hipotiroidismo Subclínico o un Hipotiroidismo Avanzado ? “.
Manifestaciones músculo- tendinosas en el Hipotiroidismo.-
Dolores musculares y articulares de localización variable.-
El organismo, si consideramos cada órgano o sistema de forma independiente, tiene muy pocas maneras de protestar: o funciona mal o duele o las dos cosas.
En el sistema muscular tenemos las dos manifestaciones en nuestra vida habitual. Cuando Vd. anda mucho o hace un ejercicio intenso, se cansa y tiene agujetas. Son dos manifestaciones de aviso, esas células y esas fibras musculares quieren reposo y que se restaure su metabolismo, ya que en ese ejercicio se han acumulado sustancias extrañas en el músculo (acido láctico), que no han tenido tiempo de eliminarse.
Los músculos duelen y duelen mucho. En un partido de fultbol, y lo habrá visto muchas veces en la TV, cuando un futbolista tiene una contractura, cae redondo al suelo y no puede moverse hasta que no pasa. Y el gesto de tremendo dolor no es fingido.
En el Hipotiroidismo hay dos síntomas predominantes y que se dan en casi todos los casos; son el cansancio y la fibromialgia y no olvidemos que fibromialgia, con minúscula, sólo significa dolor en los músculos. Se puede decir que las personas más activas acusan más el cansancio y que las personas cuyos receptores nerviosos son más sensibles, acusan más el dolor, pero si se pregunta con detenimiento, en la inmensa mayoría de los casos se presentan ambos síntomas. .
El dolor es una percepción personal; no hay ningún aparato que pueda medir el dolor, ni en su intensidad, ni en su forma. Yo no creo que haya personas más sensibles al dolor que otras, lo que sí hay puede haber es personas que resistan o soporten el dolor con mayor o menor entereza. Hay personas que soportan el dolor como algo que ya forma parte de su vida.
Los dolores musculares en el hipotiroidismo pueden afectar a la espalda en su parte alta o baja, al cuello extendiéndose hacia los hombros, a los brazos, a veces por su parte posterior, a la región lumbar, a los muslos en su parte externa y superior, a las piernas, los antebrazos, y las manos; pueden doler las manos, los codos, las rodillas, los tobillos y los pies. Puede dolor todo el cuerpo, pero cada persona tiene unas zonas preferentes de localización. A veces sólo duelen las caderas, las rodillas o los tobillos. Es un tipo de distribución muy extraña, que no se adapta al patrón general de la patología de tipo reumático o poliarticular.
La intensidad del dolor es variable y el paciente explica unas veces que el dolor es muy intenso e insoportable y otras veces es un dolor profundo y persistente, en la masa muscular o en las articulaciones.
Es un dolor con oscilaciones en el tiempo, que empeora por la mañana, puede mejorar durante el día y empeorar por la tarde y por la noche. Pero cada caso es cada caso.
Entumecimiento, falta de flexibilidad en los músculos.-
Es muy frecuente el sentir una sensación de entumecimiento y malestar en los músculos largos y el movimiento puede ocasionar un ligero dolor o incluso dolores intensos. No voy a repetir los motivos, el músculo trabaja mal, se nutre mal y protesta con lo que siempre el organismo protesta, con dolor.
Contracturas.-
Hay con relativa frecuencia contracturas musculares y "calambres". Las contracturas pueden ser frecuentes en la región cervical, pero pueden afectar al resto de la columna.
A veces se producen también “contracciones fibrilares”, como que el músculo tiembla por dentro, que pueden no ser dolorosas pero que resultan muy molestas.
Y todo esto puede producirse si el tiroides funciona mal y produce menos hormonas tiroideas de las que su organismo necesita.
La fibromialgia y el cansancio crónico, como síntomas no como diagnostico, tienen en el Hipotiroidismo la misma causa; las alteraciones del sistema muscular cuyas células no están bien nutridas, no están bien oxigenadas y no se reproducen bien y se van convirtiendo en “células viejas” de “músculos débiles”.
George1 en 2007 señala que en todos los casos de síntomas musculares sin explicación, debe de considerarse el hipotiroidismo como posible causa.
¿ES LA FIBROMIALGIA UNA ENFERMEDAD O UN SÍNTOMA?
Esta pregunta se la hace se la hace en 2003 Erlich2 y su respuesta es el título de su articulo “El dolor es real; la fibromialgia no”.
Si la Fibromialgia es una enfermedad de causa desconocida, solo cabe esperar que se investigue esa causa; pero si la fibromialgia es un síntoma, entonces, en cada persona, en cada paciente, hay que seguir indagando el motivo de ese dolor.
Quiero hacer referencia, en este momento, al Documento elaborado en 2006 por la Sociedad Española de Reumatología, firmado por 12 reputados reumatólogos, que representan a los más importantes hospitales españoles, y titulado “Documento de Consenso de la Sociedad Española de Reumatología sobre la Fibromialgia”3 La introducción de este documento dice así:
“En los últimos años la Fibromialgia (FM) ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia hasta convertirse en la actualidad en un problema de salud publica de primer orden. Varias razones pueden explicar esta situación:
  • La alta prevalencia de la FM en la población general adulta.
  • El insuficiente conocimiento de las causas y los mecanismos que la producen
  • La ausencia de tratamiento curativo
  • La insatisfacción de los pacientes y los profesionales en al abordaje actual del síndrome.

       Definición.-
“La Fibromialgia (FM) es una enfermedad de etiología desconocida que se caracteriza por dolor crónico generalizado que el paciente localiza en el aparato locomotor. Además del dolor, otros síntomas como la fatiga intensa, alteraciones del sueño, parestesias en extremidades, depresión, ansiedad, rigidez articular, cefaleas y sensación de tumefacción en manos, se encuentran entre las manifestaciones clínicas más comunes. …
En base a este Documento, en donde se mantiene el desconocimiento sobre las causas de la Fibromialgia, y la necesidad de “un abordaje multidisciplinario”, puede ajustarse nuestro trabajo, como un intento de aproximación a este problema, a la vista de las más recientes aportaciones, que podrían relacionar esta entidad, en un número significativo de casos, con la Tiroiditis Crónica Inmunitaria y con el Hipotiroidismo Subclínico.
Quizá sea conveniente hacer un poco de historia, porque el tema es de enorme trascendencia y debo de apoyarme en la bibliografía internacional. Es posible que este capítulo tenga bastante contenido médico, pero Vd. debe de tratar de asimilarlo y comprenderlo y para ello trataré de ponerlo al alcance de personas sin conocimientos de medicina.
Antecedentes históricos.-
El reumatólogo recibe en su consulta, en un porcentaje muy alto, patologías que en muchísimos casos son crónicas, pero a las que en general consigue ponerle apellido, es decir, encontrar una causa que justifique estas molestias, bien sea de tipo inflamatorio, inmunitario o degenerativo.
Pero hay un grupo de pacientes con dolores generalmente musculares, en los que no se encuentra una causa que justifique estas molestias y que no les encaja en ninguno de los cuadros conocidos. En medicina a cada paciente se le debe de poner una etiqueta, es decir, se le debe de clasificar con un diagnóstico, y para estos pacientes se crea un grupo con el diagnostico de Fibromialgia.
En 1990, el Colegio Americano de Reumatología había intentado organizar un poco a estos pacientes, que les estaban llegando a las consultas, y lo primero que hizo fue tratar de establecer unos “Criterios Diagnósticos”. No decía lo que era la Fibromialgia, sino que valoraba los síntomas y además les ponía números. Se establecen 18 puntos sensibles distribuidos por algunas zonas del cuerpo, de los que en al menos en 11 de ellos la persona debe de sentir dolor a la presión. Si eso es así, esa persona podría tener Fibromialgia.
En 1992 la Organización Mundial de la Salud considera la Fibromialgia como un diagnóstico diferenciado y la clasifica entre los reumatismos de partes blandas. Nace entonces la Fibromialgia con mayúsculas, como enfermedad con nombre propio.
Durante cerca de 20 años, a falta de algo mejor, se ha aceptado ese criterio.
Este diagnostico inespecífico a los reumatólogos nunca les ha gustado y han dedicado cientos de trabajos sobre al tema y las conclusiones no son muy positivas:
1º .- No esta demasiado claro que puede definirse como Fibromialgia.
2º .- Está muy claro que no se conoce su causa.
3º.- No hay ningún tratamiento específico.
La Fibromialgia en el siglo XXI.-
A diferencia del cansancio, que si no llega a una fase extrema de agotamiento, puede más o menos sobrellevarse, la Fibromialgia es una alteración invalidante, una persona con dolores no pude trabajar y eso tiene un costo social y económico muy elevado.
Se dedican muchos esfuerzos a estudiar el problema y empiezan a plantearse dudas. En 2003 Wolfe5, que era el que en 1990 había propuesto los criterios para el diagnostico de la Fibromialgia, en un Editorial del Journal of Rheumatology, indica que ese criterio diagnostico ya no debería considerarse válido .
Revisión Bibliográfica.-
En la última década del siglo XX empiezan a publicarse esporádicamente algunos trabajos que asocian de una manera inespecífica lo que algunos autores empiezan a llamar “Enfermedad Autoinmune Tiroidea” con patología reumática en general.
Pero es el siglo XXI cuando empiezan a aparecer trabajos que relacionan la Fibromialgia con la presencia de sangre de Anticuerpos Antitiroideos y la presencia de anticuerpos antitiroideos en sangre puede ser la primera manifestación de un hipotiroidismo que empieza a desarrollarse.
Geenen y Cols. en 2002 ya llaman la atención sobre la similitud de los síntomas de la FM, dolor muscular, cansancio, agotamiento, reducida capacidad para el ejercicio e intolerancia al frío, con disfunciones endocrinas como el hipotiroidismo y la insuficiencia suprarrenal.
En 2003 Garrison y Cols. comentan que el complejo sintomático de la Fibromialgia es muy similar al del hipotiroidismo, aunque creen que podría estar relacionada con el síndrome de resistencia a la hormona tiroidea.
En 2004 Ribeiro y Cols8 centran más el tema al valorar la relación entre la fibromialgia y la inmunidad tiroidea, estudiando 146 mujeres con FM, encontrando una asociación estadísticamente significativa.
En 2006 Lowe9, Director de Investigación de de la Fibromyalgia Research Foundation en Boulder, Colorado (USA), hace unas consideraciones, que creo, que por la autoridad de quién las hace, deben ser muy meditadas:
“La Fibromialgia es la causa mas común del dolor crónico generalizado y de las contracturas anormales. No hay actualmente consenso sobre el mecanismo que puede producir la FM. Sin embargo, una linea de evidencia colectiva parece indicar que una regulación inadecuada de la hormona tiroidea, debida a un hipotiroidismo, es el principal mecanismo. Los síntomas y signos de la FM son virtualmente idénticos a los del Hipotiroidismo. La mayoría de las anormalidades objetivamente verificadas de la Fibromialgia son similares a aquellas del Hipotiroidismo. Solamente en los ensayos clínicos usando hormona tiroidea, los pacientes de Fibromialgia se han recobrado de sus síntomas. Una mejoría significativa de los pacientes tratados con hormona tiroidea, persiste a los 1 a 5 años, en estudios de seguimiento.
Lowe.- Director de Investigación de la Fibromialgia Research Foundation ( 2006)
Lowe, estudia un grupo de pacientes con Fibromialgia, con la aprobación para su estudio del Comité Ético de la Fundación para la Investigación de la Fibromialgia, con un grupo control de personas normales muy cuidadosamente seleccionado y utiliza para el diagnostico del Hipotiroidismo una técnica clásica pero adaptada al siglo XXI, la Tasa de Metabolismo en condiciones de Reposo Absoluto ( BMRs) y el volumen consumido de oxígeno (VO2). En los pacientes con Fibromialgia ambos valores están disminuidos y considera este dato como indicativo de la presencia de un hipotiroidismo.
En el 2007 los trabajos, aunque se mantienen como aportaciones puntuales dentro de la gran masa de estudios sobre la Fibromialgia, empiezan a aparecer de una forma más llamativa y empiezan a aportar más datos estadísticos, ahora porcentuales.
En Enero de 2007, Pamuk y cols. comunican que en 128 pacientes encuentran un 34.4% de ellos con Anticuerpos Antitiroideos positivos.
En Abril de 2007, Soy y Cols. en Turquia hacen el estudio a la inversa, valorando la frecuencia de FM en 65 personas con anticuerpos tiroideos positivos, encontrando que el 62% de ellas tienen patología reumática fundamentalmente fibromialgia.

En Diciembre de 2007, Bazzichi y Cols , encuentran que de 120 pacientes con FM estudiados el 41% tenia anticuerpos antitiroideos positivos.
Comentario Final.-
De las investigaciones mas recientes, puede concluirse que existe una asociación indudable entre la Fibromialgia y el Hipotiroidismo. En más del 40 % los pacientes diagnosticados como Fibromialgia, se encuentran en sangre Anticuerpos Antitiroideos elevados.
La presencia en sangre de anticuerpos antitiroideos es no el aviso, sino la manifestación de un Hipotiroidismo. Es la primera fase de la Tiroiditis Crónica Inmunitaria, que, como comentaremos en el Capitulo dedicado a este problema, mas pronto o más tarde, va a evolucionar hacia un hipotiroidismo Subclínico o Evidente y que ya en esa primera fase puede dar manifestaciones severas.
Por este motivo estimo que en una Fibromialgia siempre debe de descartarse la posibilidad de una Disfunción Tiroidea Inmunitaria y un Hipotiroidismo Subclínico y de confirmarse debe de tratarse el Hipotiroidismo.
Repito aquí lo mismo que indico en el caso del cansancio.: En todos los casos de Fibromialgia lo primero que debe de descartarse es un Hipotiroidismo y esto es tan fácil como solicitar una valoración en sangre de la Hormona Tiroestimulante o TSH. Si la TSH es mayor de 2.5 – 3.0 mcUI/ml, Vd. tiene un Hipotiroidismo y debe de pasar a ser estudiada por el endocrinólogo.

lunes, 18 de marzo de 2013

Un buen articulo, sobre el cual ,voy  a tomarme el atrevimiento de opinar , siempre en base a mi propia experiencia, y a la de muchas personas que compartimos " LA FIERA".....

DR. ROBERT M. BENNETT, DR. GLENN A. McCAIN


Fibromialgia: Diagnóstico y tratamiento
A las personas que padecen fibromialgia les duele todo el cuerpo. Necesitan que usted comprenda su enfermedad, que desee probar una combinación de métodos terapéuticos y que adopte una actitud positiva hacia el pronóstico.


  Digo, -Eso, ya lo sabemos.
En cuanto a la " actitud positiva", tanto el Dr. Bennett y Mac Cain, se apresuran en los pasos.
Nadie, /NADIE/ ,ante un diagnostico de cualquier patología crónica "arranca con una actitud positiva"....mas vale, como en cualquier mortal, con temores,preguntas, incertidumbre, etc., pero......               " actitud positiva" ?????, dejen que lo dude...

La causa de la fibromialgia sigue siendo desconocida, y se considera que este síndrome es un grupo de signos y síntomas en vez de una enfermedad separada. Mas el dolor que estos pacientes experimentan es real, así como su necesidad de una atención médica comprensiva y adecuada.

     Digo, -Sigue siéndolo.
 El dolor es real. Sin duda.
En cuanto al tipo de atención que merecemos y necesitamos, lo mismo que cualquier paciente, es la de responsabilidad. Responsabilidad en medicar, en aconsejar, explicar, detenerse en causas y efectos....comprender, que somos los enfermos, y que portamos una patología, que ni los mismos médicos comprenden muy bien y a diferencia nuestra, no se atreven a decir : NO SE, DESCONOZCO .

Las personas con fibromialgia tratan de apegarse a todo lo que el médico les indica. Pese a que usted no puede curarlas, una combinación de métodos (ejercicio, medicamentos, fisioterapia, relajación y otras técnicas que modifican los hábitos) les ayudará a hacer frente a su enfermedad y a vivir una vida productiva. Usted puede ayudarles aun más al proporcionarles información acerca de su enfermedad, ofrecerles asesoramiento y ponerlos en contacto con grupos de apoyo. Aquellos cuya enfermedad sea muy debilitante deberán ser enviados a programas formales de rehabilitación o de control del dolor.

Digo,- Este párrafo, de mas esta comentar, del inmensooooooooo esfuerzo, que todo eso significa.Involucra, tanto al paciente ,como a familiares en tramites , vergonzosamente engorrosos.
En un país donde la salud,tanto publica como privada, juegan en contra, y ganan por cansancio, en lograr cualquier tratamiento que indique cronicidad,somos la lacra de sus finanzas.
Situación idílica, por ahora en nuestro país.

Los siguientes indicadores diagnósticos y terapéuticos están dise ñados para ayudarle a usted a enfocarse rápidamente en el problema y a colocar al paciente en el camino hacia el control del dolor y el bienestar relativo. Véalos como los "18 puntos dolorosos" de la fibromialgia.

El mejor indicio 

En la actualidad, la fibromialgia es un síndrome preciso y fácil de identificar. La naturaleza difusa y profunda del dolor en todo el sistema musculoesquelético es su característica principal y contribuye a distinguir a la fibromialgia del síndrome de fatiga crónica. De no ser por ello, existe una superposición considerable entre estos dos padecimientos: Cerca del 90% de los pacientes con fibromialgia refieren fatiga, y ya sea el dolor o la fatiga puede ser la molestia predominante. 

Digo.,- Si ustedes lo saben, yo lo se...como hay profesionales , que aun niegan la fibromialgia ? Como es posible, que siendo " preciso y fácil " de diagnosticar, miles ,deambulan por consultorios de reumatologos, traumatologos, psicologos, psiquiatras...????

No existe un estudio por imágenes ni una prueba sanguínea para diagnosticar la fibromialgia, pero los criterios diagnósticos elaborados por el American College of Rheumatology en 1990 son ahora bien aceptados (véase "Criterios diagnósticos de fibro -mialgia" y la Figura 1). Estos criterios establecen que 11 de 18 sitios anatómicos identificados (nueve sitios que van en pares) son dolorosos a la palpación en la fibromialgia. El problema es que la evaluación no es totalmente objetiva.

¿Cuánto duele un punto doloroso?
Los 18 puntos dolorosos identificados suelen localizarse en las zonas en donde los músculos se unen a los ligamentos o a los huesos. En estos sitios, es más probable que los músculos sufran tensión. Aplique sólo la presión suficiente (unos 4 kg) para que la uña de su dedo pulgar adquiera un color blanco. Para hacer el diagnóstico es necesario que el paciente sienta dolor, no sólo hipersensibilidad, cuando usted aplica ese grado de presión. Por tanto, es importante comprender lo que el paciente percibe como hipersensibilidad y lo que percibe como dolor.

Si usted no aprendió la técnica de exploración en la escuela de medicina, asista a un curso de postgrado o consulte a un reumatólogo de su localidad. 

Digo,- Totalmente cierto.He pasado por varias palpaciones de los puntos dolorosos, algunas, realmente pobres.No todos los médicos, se toman el tiempo y las precauciones  necesarias.

Fármacos mencionados en este artículo

Amitriptilina
Carbidopa/levodopa
Clonacepam
Ciclobenzaprina
Desipramina
Doxepin
Fluoxetina
Imipramina
Paroxetina
Procaína
Sertralina
Trazodona
Venlafaxina 


Al llevar a cabo la exploración, es conveniente palpar otros sitios distintos de los 18 puntos dolorosos. A algunas personas les duelen casi todos los músculos, pero suele haber menos sensibilidad sobre la parte central del músculo que en su inserción ósea o tendinosa. En ocasiones, esta observación se utiliza para definir los puntos de "control". No descarte categóricamente el diagnóstico de fibromialgia si sólo es posible identificar ocho puntos dolorosos pero el paciente refiere dolor difuso en otros sitios. El mismo dolor puede varia desde quemante o punzante hasta una sensación de dolorimiento, rigidez o dolor sordo.



Dormir, pero sin descansar 

Puesto que los trastornos del sueño acompañan a menudo a la fibromialgia, es muy importante aplicar un cuestionario sobre el sueño al obtener información . Mientras unos pacientes experimentan alteraciones en el sueño y depreciación del sueño, otros duermen durante toda la noche, pero despiertan sintiéndose cansados. El sueño no restaurador es un buen indicio de fibromialgia.
También es posible que los pacientes con fibromialgia padezcan tras tornos primarios del sueño, como apnea del sueño o síndrome de las piernas inquietas. Este último puede responder al tratamiento con clonazepam o con carbidopa/levodopa. Al diagnosticar y tratar cualquier trastorno concomitante del sueño se permite que los pacientes hagan frente con mayor éxito a la fibromialgia.

Digo,- Real y lamentablemente solo la medicacion ayuda en estos casos.En mi caso,rechazo toda medicacion  que no sea natural.
 Mi humilde consejo??? = pregunten ! pregunten !...efectos ? contraindicaciones ? efectos secundarios ? ...pregunten ! tenemos el derecho de saber y el medico de informar.

También es posible que los pacientes con fibromialgia padezcan transtornos primarios del sueño o síndrome de las piernas inquietas. Este último puede responder al tratamiento con clonazepam o con carbidopa/levadopa. Al diagnosticar y tratar cualquier transtorno concomitante del sueño se permite que los pacientes hagan frente con mayor éxito a la fibromialgia.

Qué más buscar
Otros síntomas que algunos pacientes con fibromialgia refieren son los siguientes:
Cefalea, como cefalea por tensión o migraña
Síndrome de colon irritable
Vejiga irritable
Tensión premenstrual
Cambios en el ánimo o en los pensamientos del paciente, incluyen do depresión clínica, ansiedad o trastornos de pánico*
Dificultad para concentrarse
Síndrome de la articulación temporomaxilar
Intolerancia al frío
Adormecimiento y hormigueo que no siguen el patrón de algún dermatoma
Sensación de inflamación o hinchazón, aunque a la exploración no existe evidencia física de inflamación.Practique un interrogatorio completo
En casi todos los casos, la fibromialgia interfiere de alguna manera con la calidad de vida. Pregunte si existen problemas conyugales, especialmente aquéllos que giran alrededor del dolor del paciente. Pregúntele también sobre su empleo, incluyendo las faltas al trabajo. Cualquier tipo de estrés importante es capaz de exacerbar el problema.

Digo,- FUNDAMENTAL !..... a cuantas/os , se lo han preguntado?...que pasa con su fibromialgia y su relación con sus hijos ? , con su cónyuge? con el sexo ?......

Recuerde las probabilidades 

Tenga presente que el paciente típico es una mujer que tiene entre 20 y 50 años de edad en el momento de la aparición de la fibromialgia. Por razones que no son bien comprendidas, las mujeres con fibromialgia sobre pasan en número a los hombres hasta en una proporción de 20 a 1. La fibromialgia se observa con menor frecuencia en adolescentes y en ancianos. Algunos investigadores han propuesto que el estrés psicológico secundario al abuso físico o sexual puede ser un factor etiológico en la fibromialgia.

Un estudio realizado recientemente mostró una prevalencia global de fibromialgia del 2% en la población estadounidense de Wichita, Kan.  Sin embargo, la fibromialgia fue mucho más frecuente en mujeres (prevalencia de 3.4%) que en hombres (0.5%). Además, la prevalencia más elevada de fibromialgia se encontró en las mujeres de edad avanzada: 5.6% (50 -59 años de edad), 7.1% (60-69), 7.4% (70-79) y 5.9% (80 o más).

Digo,- Siempre, todo mas a las mujeres ?????????????? ( recuerden no perder el humor)

Criterios diagnósticos de fibromialgia

Dolor difuso (durante tres meses por lo menos)
Se considera que el dolor es difuso cuando se localiza tanto en el lado derecho como en el izquierdo del cuerpo y por arriba y por debajo de la cintura.
También debe haber dolor en el esqueleto axial (columna cervical, tórax anterior, columna dorsal o región lumbar). El dolor del hombro y de la región glútea se considera como dolor de cada lado afectado. Se considera que el dolor lumbar es dolor del segmento inferior. Puntos dolorosos
A la palpación digital (fuerza aproximada de 4 kg), debe haber dolor (no sólo hipersensibilidad) en 11 de los 18 puntos dolorosos por lo menos:
Occipucio Bilateral, en la inserción del músculo suboccipital
Cervicales bajas Bilateral, en las caras anteriores de los espacios intertransversos en C5-C7
Trapecio Bilateral, en el punto medio del borde superior
Supraespinoso Bilateral, en sus orígenes, por arriba de la escápula, cerca del borde interno
Segunda costilla Bilateral, en las segundas uniones costocon- drales, justo al lado de las uniones en las superficies superiores
Epicóndilo externo Bilateral, 2 cm por debajo de los epicóndilos
Glúteo Bilateral, en los cuadrantes superiores externos de los glúteos, en el pliegue anterior del músculo
Trocánter mayor Bilateral, por detrás de la prominencia tro- cantérica
Rodilla Bilateral, en el tejido subcutáneo de la parte interna, por arriba de la línea de la articulación.Para hacer el diagnóstico de fibromialgia deben satisfacerse ambos criterios (dolor difuso y dolor en los puntos dolorosos). La presencia de un segundo padecimiento no excluye el diagnóstico de fibromialgia.

Texto adaptado con autorización de Wolfe F, Smythe HA, Yunus MB, et al. The American College of Rheumatology 1990 criteria for the classification of fibromyalgia: Report of the Multicenter Criteria Committee. Arthritis Rheum 1990;33:160-172.
. .


Qué hay que descartar 

En muchos pacientes a quienes se les diagnostica finalmente la fibromialgia les han practicado ya estudios amplios y costosos. Es probable que no valga la pena efectuar una investigación compleja en busca de padecimientos reumáticos serios, como lupus eritematoso generalizado, artritis reumatoide o síndrome de Sjîgren. Cuando existen, estas afecciones casi siempre serán evidentes y precederán o acompañarán a la fibromialgia. Si un paciente padece fibromialgia y no hay evidencia clara de otra enfermedad reumática, es poco probable que ese paciente la padezca.

Por otro lado, la fibromialgia ocurre a menudo al mismo tiempo que otros padecimientos reumáticos serios. Una tercera parte de los pacientes con lupus, un 25% de quienes padecen artritis reumatoide y hasta el 50% de aquéllos que presentan el síndrome de Sjîgren padecen también fibromialgia. Es importante identificar el componente de fibromialgia de esas enfermedades, ya que la fatiga, el dolorimiento y el dolor de la fibromialgia se parecen a los síntomas de esas enfermedades sistémicas. En estos pacientes, no es conveniente tratar una exacerbación de la fibromialgia con dosis altas de corticoides ni con otros fármacos potentes. Tenga en cuenta también otras afecciones concomitantes, como la artritis psoriásica, que necesita una atención especial.

Entre las pruebas adecuadas de escrutinio están las siguientes: biometría hemática, velocidad de sedimentación eritrocítica, pruebas de funcionamiento tiroideo para descartar la posibilidad de hipotiroidismo, estudios para cáncer de acuerdo con los síntomas y estudios para trastornos afectivos mayores. La polimialgia reumática y la polimiositis se encuentran también dentro del diagnóstico diferencial.

Digo,- Seria bueno agendar algunos de estos estudios y solicitarlos.La prueba de artritis, la solicite por mi cuenta...el resultado positivo,cambio el tipo de tratamiento.

Cuestionario sobre el sueño

SI NO 

¿Su sueño es restaurador/ refrescante? . .
¿Siente las piernas inquietas o "temblorosas" en la tarde? . .
¿Rechina los dientes? . .
¿Su compañero de habitación dice que usted ronca mucho? . .
¿Algunas veces deja usted de respirar cuando ronca? . .
¿Suele despertar con dolor de cabeza? . .
¿Suele sentirse confuso al despertar? . .
¿Puede conciliar el sueño fácilmente en la tarde? . .
¿Despierta algunas veces y no puede moverse? . .
¿Camina usted dormido? . .


¿Cuantas horas acostumbra dormir?
¿Cuantas veces despierta en la noche?
En un mes, ¿cuantas veces se siente fresco
al despertar en las mañanas?
¿Cuándo fue su última noche de sueño refrescante?

(años) o
(meses) o
(días)


 Un cuestionario sobre el sueño es útil para detectar síntomas de fibromialgia, como el sueño no restaurador, pero también contribuye a diagnosticar trastornos primarios del sueño, como apnea del sueño, mio-clono nocturno, bruxismo y trastornos del sueño MOR. El Dr. Robert M. Bennett asesor de este artículo y sus colaboradores en la Universidad de Ciencias de la Salud de Oregon utilizan esta forma.




Separe la depresión 

Hace algún tiempo se creía que las personas con fibromialgia sufrían depresión enmascarada o un trastorno de somatización. Ahora, los estudios indican que un 20% de los pacientes con fibromialgia padecen depresión mayor en el momento de la consulta, y que la incidencia de depresión mayor en toda su vida de quienes padecen fibromialgia es de 45%. En comparación, la incidencia de depresión mayor en la población general en el momento de la consulta es de 10%, y la incidencia en toda su vida es de un 25%.

Por tanto, la mayoría de pacientes con fibromialgia que usted ve en su consultorio no están deprimidos en ese momento. En otros, la depresión forma parte del cuadro clínico actual, aunque es más probable que refieran principalmente dolor y fatiga. Algunos muestran mayor ansiedad, que suele relacionarse con las limitaciones físicas y con las interferencias de la enfermedad en su vida.

Ya sea que la depresión preceda, acompañe o aparezca después del inicio de la fibromialgia, los dos componentes están separados. En otras palabras, la fibromialgia persistirá después de tratar la depresión. Sin embargo, los pacientes son capaces de enfrentarse mejor a la fibromialgia cuando están menos deprimidos.

Digo,- poco para agregar....tan importante el dolor físico como los dolores del alma.O la falta de serotonina , o endorfinas, a quien queramos achacarle la depresión.

Identifique el espectro de la enfermedad 

La fibromialgia puede ser leve, moderada o seria. Por ejemplo, un paciente con fibromialgia leve responderá a las dosis bajas de antide presivos tricíclicos y seguirá trabajando y desempeñándose bien en casi todas las esferas de la vida. Es probable que la persona con fibromialgia moderada tenga problemas en uno o dos aspectos de la vida cotidiana, quizá ausentismo laboral o dificultades conyugales secundarias a la falta de comunicación de los problemas de dolor. Puede ser que estos pacientes no respondan a la educación ni a la rehabilitación física.

Digo,- ........y que no respondan a las dosis bajas de medicamentos.Lo cual implica, llevarlos a rangos mas altos, donde la voluntad y buena actitud, se ven " adormecidas" por los fármacos.  Esto,no es rigor científico,es mi propia experiencia...lo cual no indica ni es parámetro de verdad.Solo mi experiencia.

En el otro extremo está el paciente con un comportamiento inadaptado por causa del dolor o con un trastorno de la personalidad, el cual puede ser muy irritante para el médico y consumir mucho de su tiempo. Estos individuos han dejado de vivir una vida productiva y se encuentran seriamente descompensados. Es necesario enviarlos a un psicólogo, psiquiatra o a otro especialista en dolor crónico, o a un centro especializado en dolor que ofrezca un programa multidisciplinario. Un programa de reestructuración cognoscitiva les ayudará a ver la vida de otra manera.

Digo,- Noto en este párrafo, que ya se han empezado a cansar de nosotros... " pasalo y que no vuelva "....o un cierto dejo de....." esta loco/a, pobre ....." ( recuerden no perder el humor )

Ejercicio: Base del tratamiento 

Un programa de ejercicio sistemático, supervisado, es una parte esencial de cualquier régimen terapéutico para la fibromialgia y una de las recomendaciones más útiles que usted puede ofrecer. Algunos estudios han demostrado que es posible inducir síntomas parecidos a los de la fibromialgia al interrumpir el sueño de manera artificial en individuos sanos. Sin embargo, el dolorimiento, el dolor y la fatiga no se manifiestan en deportistas bien entrenados, lo que indica que la condición física contribuye a minimizar los síntomas de la fibromialgia.

Las personas que padecen fibromialgia deben evitar los ejercicios de alto impacto, como el trote, el baloncesto o cualquier otra actividad que obligue a saltar. Los ejercicios ideales son la caminata, el uso de una bicicleta estacionaria o una banda sin fin y la natación. Existe un dispositivo que consiste en un cinturón que se coloca alrededor del tórax y permite que el paciente permanezca de pie en una alberca y ya sea que camine o corra contra la resistencia del agua.

Un buen objetivo es tratar de practicar 40 minutos de ejercicio tres veces a la semana. En una persona de edad mediana, el pulso debe aumentar durante el ejercicio hasta el 85% de la frecuencia cardíaca deseada para su edad, que en la mayoría de los adultos es de 120-150 latidos por minuto. Quienes no son capaces de alcanzar ese grado de actividad pueden tratar de aumentarla gradualmente durante un periodo de seis meses, comenzando con sesiones de ejercicio de no más de 5-10 minutos.

La supervisión y el refuerzo positivo son componentes esenciales de cualquier programa de ejercicio. Recuérdeles a los pacientes que el ejercicio regular es importante y que debe convertirse en un hábito de toda la vida. Algunos tratarán de usar el dolor ocasionado por la fibromialgia como una excusa para no efectuar actividades físicas; adviértales que ello sólo provocará que el dolor empeore con el tiempo.

Digo.- Excusa ? ..noo!...es verdad !...la actividad física, duele,cansa,fatiga......pero es mucho peor, no hacerla.Pero, excusa, no !.

La importancia de ir a paso mesurado 

Los pacientes con fibromialgia necesitan también aprender a andar con paso mesurado. Ciertas actividades físicas requerirán más tiempo que antes, y algunas personas que eran muy activas tendrán que reducir su actividad. Al mismo tiempo, deberán de seguir haciendo las cosas que les proporcionaban mayor placer.

Unos cuantos días de actividad vigorosa deberán ser seguidos de unos cuantos días de tranquilidad. Algunos pacientes pueden salir a esquiar unas cuantas veces durante la temporada (no todos los fines de semana) y lo disfrutan, siempre y cuando tomen el tiempo necesario para recuperarse después. Otros, especialmente aquéllos que han estado acostumbrados a llevar una vida activa y ocupada, se obligarán a hacer cosas que están fuera de sus posibilidades reales, por lo que deben ser asesorados para disminuir su actividad física y tomarse unos días libres.

Pida a los pacientes que lleven un registro diario de sus actividades y de sus síntomas. Esto puede ayudarles a comprender cómo los periodos de actividad enérgica o de reposo modifican su sensación de bienestar físico y mental.

Elección de medicamentos 

Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos contribuyen a aliviar el dolor intenso, pero no son muy útiles para el dolor crónico de la fibromialgia. Debido a sus efectos colaterales gástricos, deben utili zarse con mucha cautela en pacientes de edad avanzada. No deben emplearse los corticoides  aunque algunos médicos prescriben tratamientos breves con dosis bajas de corticoides al tratar de descartar la posibilidad de que se trate de polimialgia reumática.

Las dosis bajas de antidepresivos tricíclicos, tomadas al acostarse, ayudan a aliviar el dolor y favorecen el sueño. Las alternativas son: amitriptilina, doxepin, imipramina, desipra-mina y trazodona. Al elegir un antidepresivo, pruebe uno a la vez durante un periodo corto (5-10 días) para determinar cuál es el más útil. La estructura de la ciclobenzaprina es similar a la de los tricíclicos, y este medicamento ha sido utilizado en casos de fibromialgia; la dosis habitual es de 10 mg al acostarse.

No prescriba dosis antidepresivas completas, a menos que esté tratando la depresión como problema concomitante. Para los pacientes con fibromialgia y depresión, los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) fluoxetina, sertralina, paroxetina así como la venlafaxina constituyen una alternativa de los tricíclicos, aunque pueden producir mucha estimulación y exacerbar los trastornos del sueño. Algunos médicos manejan este problema prescribiendo un ISRS en la mañana y un antidepresivo tricíclico en la noche.

Deje que transcurran 2-4 semanas para determinar si el antidepresivo elegido está produciendo un efecto benéfico. Con el tiempo, es posible que los efectos benéficos de los antidepresivos disminuyan hasta des aparecer; en un estudio realizado en paciente con fibromialgia, después de dos años de tratamiento no hubo diferencia en cuanto a efecto terapéutico entre los antidepresivos y un placebo. Estos efectos observados con los antidepresivos subrayan la necesidad de mantener otros aspectos del programa terapéutico, especialmente el ejercicio, la educación y el apoyo psicosocial.

Fisioterapia: Un poco ayuda mucho 

A menudo, la fisioterapia se reserva para las exacerbaciones en vez de para el tratamiento continuo de la fibromialgia. El masaje suave, el calor, el estiramiento y otras técnicas manuales resultan útiles, pero algunos programas de fisioterapia exigen demasiado de los pacientes. Por ejemplo, el masaje enérgico empeora el dolor. Existe una técnica en la que se estira un grupo muscular y se rocía con un aerosol refrescante, que puede aliviar las zonas específicas de dolor localizado.

Lo ideal sería que el terapeuta tuviera alguna experiencia con los pacientes que padecen fibromialgia. Para el médico, es importante llevar una buena relación de trabajo con un fisioterapeuta con el fin de que el programa sea estructurado para lograr los máximos beneficios para el paciente. La fisioterapia a largo plazo no es recomendable, además de que es costosa.

Digo,- Si...seria lo ideal....

Cuándo usar las inyecciones en los puntos dolorosos 

El uso selectivo de las inyecciones en los puntos dolorosos es útil para los pacientes que experimentan dolor intenso en una zona específica. Por ejemplo, algunos pacientes refieren dolor en una zona de los glúteos que les impide practicar ejercicio, o dolor en la región del trapecio del hombro que los despierta de noche cuando se dan vuelta en la cama. Además, las inyecciones alivian a los pacientes que han sufrido una exacerbación importante o un traumatismo. Los pacientes no deben ver a las inyecciones como el principal método terapéutico.

De manera característica, las inyecciones se aplican con procaína al 1%. Las inyecciones de corticoides no son útiles. Los efectos benéficos de la inyección suelen comenzar unos 2-5 días después y duran 2-4 meses. Las inyecciones no suelen volver a aplicarse en una misma región hasta que transcurran por lo menos tres meses.

Una mano amiga 

Las personas que padecen fibromialgia nunca se curan, por lo que es importante que usted adopte una filosofía de tratamiento continuo. Comprenda que los pacientes seguirán acudiendo a usted, pero comprenda también que usted puede ayudarlos (véase la guía de educación para el paciente, "Cómo hacer frente a la fibromialgia"). Transmita a sus pacientes el mensaje de que es necesario que se conviertan en expertos en controlar su propia enfermedad y que se responsabilicen de practicar el ejercicio suficiente y de sujetarse a otras partes del programa terapéutico.

El hecho de contar con un diagnóstico específico ayuda a los pacientes a ponerle un nombre a su dolor y a aliviar los temores acerca de padecimientos más serios, como el cáncer o la artritis reumatoide. Señale que la fibromialgia no provoca lesiones en los huesos ni en las articulaciones y que no es una enfermedad progresivamente degenerativa. (Cada vez hay más evidencias de que muchos pacientes con fibromialgia adquieren una respuesta amplificada a la sensación de dolor debido a una "recanalización" del sistema nervioso central llamada neuroplasticidad.)

Resulta difícil proporcionar una ayuda completa en una consulta breve. Un paso útil consiste en proporcionar literatura a los pacientes y ponerlos en contacto con grupos de apoyo. En Estados Unidos, la red de pacientes con fibromialgia es muy activa (véase "Fuentes de información, educación y apoyo").

También resulta útil hablar con los cónyuges y otros miembros de la familia. Puede ser que ellos no crean que el paciente está enfermo e incapacitado realmente debido a que no existe mucha diferencia en cuanto a su aspecto previo.

Digo,- SUMAMENTE IMPORTANTE....

El poder de la comprensión 

Nunca subestime el poder de la comprensión. Con mucho, los pacientes con fibromialgia responderán positivamente a alguien que muestra un interés genuino. Por otro lado, los pacientes perciben de inmediato las señales de que el médico está enfadado, frustrado y no desea perder el tiempo con un problema como la fibromialgia.

Es necesario ver a los pacientes regularmente, disminuyendo gradualmente el número de consultas a 2-3 por año una vez que se haya instituido un programa terapéutico. Las pruebas sanguíneas una o dos veces al año le permitirán a usted determinar si los medicamentos están produciendo efectos colaterales.

¿Qué es lo que sigue?

Las investigaciones actuales están tratando de encontrar una prueba de laboratorio que sea útil para hacer el diagnóstico de fibromialgia. La relación de la fibromialgia con el síndrome de fatiga crónica y con el dolor miofascial se está analizando más estrechamente.

Otros investigadores están estudiando si las inyecciones de hormona del crecimiento pueden ser útiles; los resultados preliminares de un estudio estadounidense realizado en la Universidad de Ciencias de la Salud, en Portland, Oregon, muestran resultados benéficos en un subgrupo de pacientes con fibromialgia quienes presentaban también una deficiencia de hormona del crecimiento. Sin embargo, el tratamiento con hormona del crecimiento no es considerado como una posible cura para la fibromialgia.

Por último, los especialistas en una variedad de disciplinas, distintas de la reumatología (neurología, fisiatría, ortopedia, anestesiología, psicología, psiquiatría y estudio del sueño, además de la atención primaria), están mostrando un interés creciente en la fibromialgia. A medida que aumentan los conocimientos acerca de la fibromialgia y la experiencia en tratarla, aumentan también las probabilidades de que usted sea capaz de coordinar un plan eficaz de atención con sus colegas en la comunidad.

PREPARADO POR JEFF FORSTER
Editor
DR. ROBERT M. BENNETT. Jefe de la división de artritis y enfermedades reumáticas, y profesor de medicina, Oregon Health Sciences University School of Medicine, Portland.

DR. GLENN A. MCCAIN. Director asociado del Pain Therapy Center of Charlotte, N.C. Especialista en reumatología, es también director de medicina del dolor en el Carolinas Medical Center, Charlotte

jueves, 31 de enero de 2013

RETOMEMOS EL CAMINO....

Larga pausa , no por falta de voluntad.No por tener todo resuelto.Muy por el contrario.
Probar ! Probar ! ,ensayar nuevos CAMINOS.
Desesperadamente , buscar opciones.
Cada día menos dispuesta a la resignación, si a la aceptación...la famosa pregunta: " porque a mi no? "
Punto de partida: lo acepto.
 Como manejo " la fiera",entonces, es lo que sigue...
Que hago,con esto, que me toco.
Que no me va a matar, pero, aquí entra mi famosa frase : " respirar no es vivir"( creo que es mía....pero adoptada,seguro).La vida que tuve, murió.La vida que planee , también.Me queda,nos queda el AHORA. 
Entonces RETOMEMOS EL CAMINO, que hago con el AHORA ?

domingo, 5 de agosto de 2012

   

                                                            RESILENCIA

Resiliencia

Resiliencia (del verbo latino resilio, resilire: «saltar hacia atrás, rebotar») tiene varios signficados según el contexto:
En ingeniería, la resiliencia es una magnitud que cuantifica la cantidad de energía por unidad de volumen que almacena un material al deformarse elásticamente debido a una tensión aplicada;
En sistemas tecnológicos, la resiliencia es la capacidad de un sistema de soportar y recuperarse ante desastres y perturbaciones;
En ecología, la resiliencia es la capacidad de las comunidades de soportar perturbaciones;
En psicología, la resiliencia es la capacidad de las personas o grupos de sobreponerse al dolor emocional para continuar con su vida;
En derecho, la resiliencia jurídica es la capacidad de las personas, dentro del marco general de los derechos humanos, de recuperar su estado original de libertad, igualdad, inocencia, etc. después de haber sido sometido a las acciones de fuerza del Estado.1

Se ha incluido la palabra Resiliencia en los avances de la 23ª edición del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española.





Quizá....la palabra, la actitud, que mas rescato, de este CAMINO ...resiliente.
Poco oída. Nosotros sabemos de lo que se trata. 
Por suerte , ya empieza a sonar.....
Dice el diario La Nación....

" Cuando caemos en el pozo tenemos la posibilidad de saltar y rebotar. Así como los metales más rígidos tienen la capacidad de recuperar su estructura luego de la fundición o deformación, todos tenemos la posibilidad de volver a nuestro estado original.

Esto es ser (o estar) resiliente: saltar hacia atrás, volver a empezar, sobreponernos a cualquier situación traumática de la vida.

Aunque el dolor no nos permita ver el sol, lo dicen las investigaciones, todos podemos poner en juego la fortaleza suficiente como para salir fortalecidos de las más diversas crisis vitales. Claro que no todos tenemos los mismos recursos, los mismos niveles de tolerancia al dolor ni la misma dosis de actitud para pelearle a aquello que, sea lo que sea, nos ha hecho sentir mal.

La resiliencia es una capacidad innata, pero, ante todo, se aprende y se enseña. Muchas veces evitamos que nuestros hijos tengan que atravesar hasta el dolor más simple. De lo que se trata, así como les enseñamos a atar los cordones de las zapatillas, es de ofrecerles los recursos mínimos y necesarios para que descubran la vida por sí mismos.

Alcanza con generar un clima de convivencia en libertad y solidez emocional, ofrecer una crianza de apego seguro desde los primeros minutos de vida, saber poner límites saludables y positivos, cultivar cada día la creatividad, el compromiso y la aceptación.

Si bien algo habrá cambiado o nada será igual después de atravesar una instancia indeseable, es entender a la crisis como oportunidad. Incluso, encontrarle el sentido al trauma; saber aprovechar los conflictos para crecer; entender la enfermedad como camino; a la muerte, como algo inevitable y al duelo, como el proceso indiscutible y necesario.

Desde ya que no está demás saber pedir ayuda cuando nos desborda el shock inicial de una mala noticia, cuando la angustia y el dolor se extiende en el tiempo o cuando creemos que nunca podremos salir del corazón del laberinto.

Así como hay un tiempo de lágrimas, siempre hay un momento para salir, resignificar, sanar, reconstruir e, incluso, en muchos casos, sacar provecho de la situación.

¿Cuántas veces nos hemos encontrado sin saber qué hacer ni cómo seguir? ¿Cuántas veces nos hemos descubierto absolutamente dependientes de los otros? ¿Cuántas veces nos hubiera gustado tener la actitud de los otros para zafar? No es poca cosa tener en claro que después de todas las tormentas sale el sol y que aunque no lo veamos, el sol siempre está.

¿Vas a perder la posibilidad de abrir las ventanas?.

http://www.lanacion.com.ar/1496328-resilencia

martes, 31 de julio de 2012

                   


           CUANDO NECESITAMOS DE CUIDADOS.

A partir de una frase, casi sobre el final ..,me parece sumamente interesante este articulo ...

"del reconocimiento de nuestras limitaciones y de “las sombras” de nuestras conductas podremos comenzar el difícil camino de la reparación y del perdón, hacia los demás y hacia nosotros mismos."

Sanar la herida...de la misma forma ,que a partir de nuestro diagnostico, provocamos un efecto domino en la familia, ámbito laboral..etc., vuelvo a usar una palabra,que se ha hecho fundamental en mi vocabulario: EMPATIA.

Ponernos en lugar del otro.
Cuando el otro....se ha puesto en nuestro lugar y comprende.
Cuando el cuidador debe ser cuidado...es el punto, que creo, falta...pero podemos deducir sus consecuencias....

Edición | fibromialgia.nom.es 14/03/2012
Fuente | El libre pensador

Cuidarse para poder cuidar.


En la sociedad actual, la enfermedad crónica gracias a los avances de la medicina, es un estado en el que todos somos o seremos protagonistas como enfermos o cuidadores, o ambas cosas, en este articulo pautas para hacer más llevadero ser cuidador de un crónico.

En su vínculo con una persona dependiente, su cuidadora llega a olvidarse de sí misma y desarrolla un miedo al rechazo o abandono, lo que produce un exceso de atención para compensar la propia inseguridad.

A veces, la persona cuidadora busca el reconocimiento de los demás por lo que siempre recurre “al papel de sufridora” en un intento por sentirse valorada. Pero este esfuerzo por ‘aparentar’ bondad y dedicación se vuelve contra ella, pues el dependiente siempre pide más atención y cuidados.

El saber compartir y hacer partícipe a toda la familia de la atención al enfermo crónico es una buena señal de nuestro alto nivel de salud mental y de que no nos consideramos omnipotentes. No somos mejores porque nos carguemos con todo el peso de los cuidados. Además, de esta forma, damos posibilidad al resto de la familia para que demuestre su “cuanto” de solidaridad.

Hay que facilitar al propio enfermo la posibilidad de que pueda expresar sus miedos y temores ante el dolor y la muerte y al propio grupo de cuidadores que puedan intercambiar las preocupaciones, la sensación de hastío o el propio cansancio.

Un enfermo crónico es un enfermo incurable, es decir, nunca volverá al estado primigenio, o bien nunca conseguirá un nivel óptimo de independencia y autonomía. Estará en función de los demás y éstos siempre, de alguna manera, deberán estar presentes en su vida.

Este papel lo asume la mujer de la casa: madre, hija o hermana. Ya sabemos que a la mujer, en nuestra cultura, se le ha asignado el “rol de cuidadora”, que en estas ocasiones llega a olvidarse de sí misma y pensar sólo en el objeto de cuidado: padre, madre, esposo, hijo o hermano.

Resulta comprensible cierto malestar, irritabilidad o culpa en el cuidado de un enfermo crónico: no somos omnipotentes y no es extraño, pese a nuestro cariño y afecto, que en la atención de estos pacientes sintamos momentos de “tirar la toalla”; lo irracional es cuando la vivencia de culpa se refleja en conductas que pueden herir al otro o a uno mismo.

El cuidador debe ser consciente de sus propias limitaciones. Es frecuente contemplar a la madre o cualquier familiar (padre, hermano, etc.) que no se separa para nada del lecho del familiar que está en coma, pero son incapaces de dar una respuesta amable o preocuparse por el resto de los miembros familiares. Como si al estar presente le fuera a devolver la salud por un “contagio mágico” de vida. Pero lo que sí puede conseguir es entrar en un cuadro depresivo o ansioso, que a lo único que conduce es a la claudicación de los mismos cuidados.

El cuidador debe pedir información y actuar en consecuencia. Una buena información es el mejor antídoto contra el cansancio y el desánimo. No olvidemos que el ponerse una “venda en los ojos” no favorece nunca la buena resolución del problema. También conviene facilitar al propio enfermo la posibilidad de que pueda expresar sus miedos y temores ante el dolor y la muerte y al propio grupo de cuidadores que puedan intercambiar las preocupaciones, la sensación de hastío o el propio cansancio.

Muchas veces, unos días de descanso, un paseo para ver escaparates o una salida a tomar un café es un buen procedimiento para lograr un distanciamiento sano con la enfermedad.

El vivir día a día la enfermedad impide que se haga falsas esperanzas sobre un desenlace feliz. No debe atormentarse con un final irremediable, pero tampoco auto engañarse. El buen cuidador encuentra su recompensa en la propia acción de cuidar.

La persona que realiza las tareas principales de cuidado debe pedir ayuda antes de que su agotamiento le produzca malestar.

El objetivo último de la atención al enfermo crónico es conseguir el más alto nivel en la calidad de vida; es decir, posibilitar que dentro de sus propias limitaciones sea capaz de integrar todo su dolor y sufrimiento, para conseguir una cierta armonía consigo mismo y con el entorno.

En muchas ocasiones, el cuidado del enfermo crónico nos producirá cansancio, irritabilidad e incluso cierto grado de agresividad verbal, amasado por un intento de esconder o negar la misma enfermedad; todo ello lo que tapa es la culpa y el comprobar que no tenemos paciencia infinita, ni por supuesto somos omnipotentes. A través del reconocimiento de nuestras limitaciones y de “las sombras” de nuestras conductas podremos comenzar el difícil camino de la reparación y del perdón, hacia los demás y hacia nosotros mismos.


Alejandro Rocamora Bonilla Psiquiatra y miembro fundador del Teléfono de la Esperanza

www.telefonodelaesperanza.org
Largo articulo, al que vale desafiar ,he intentar leer y comprender nuevos puntos ,a los que apuntan las investigaciones sobre fibromialgia y &.
Mucha información ,es repetitiva...pero algo nuevo siempre queda,para poder entender el día a día, de este síndrome.

Prevalencia de síntomas neurológicos asociados a la fibromialgia





Introducción: La fibromialgia se puede considerar un síndrome del que el síntoma más frecuente, y de hecho único criterio diagnóstico, es el dolor. Sin embargo, como cuadro sindrómico que es, engloba muchos otros síntomas y signos, posiblemente igualmente importantes y, a veces, tan incapacitantes como el propio dolor. Dentro de todos ellos, los relacionados con la esfera neurológica pueden ser fundamentales para comprender el estado general que padecen los pacientes.


Material y métodos: Se diseñó y realizó una encuesta a pacientes con diagnóstico previo de fbromialgia, interrogando de forma específca por síntomas o signos neuropsicológicos asociados a su enfermedad, así como la posibilidad de estar recibiendo tratamiento para ellos. Además, indagamos por los posibles determinantes del origen de la enfermedad y, por último, también por la opinión de los pacientes acerca del posible origen de su problema, la fbromialgia.


Resultados: Recogimos encuestas hasta completar un total de 100 pacientes. Se observó un alto porcentaje de síntomas relacionados con el sistema nervioso en estos pacientes, y la mayoría de los síntomas por los que se preguntó en el momento de la encuesta, se encontraba por encima del 50% de los pacientes. Por otro lado, casi dos terceras partes de los pacientes relacionaron el origen de su enfermedad con algún factor estresante o desencadenante. Sobre el origen de la fbromialgia, la respuesta más repetida por los pacientes fue de causa desconocida, seguido del posible origen reumatológico y, en tercer lugar, el neurológico.


Conclusiones: Diversos síntomas neurológicos se asocian con alta frecuencia a su enfermedad, según los propios pacientes. Todos los clínicos involucrados en el estudio y tratamiento de este cuadro deberían tener en cuenta la participación de estos síntomas relacionados con la esfera neurológica, por su alta proporción y trascendencia, según lo referen los pacientes con fibromialgia.


Introducción


La fbromialgia (FM) es un síndrome altamente complejo que cursa con dolor de forma crónica y generalizada, junto a una amplia variedad de otros síntomas y signos, como la fatiga, la depresión, el colon irritable o el síndrome seco1. Aunque no se ha investigado a fondo la frecuencia de la FM en la población, algunas estimaciones sugieren que entre el 2 y el 4% de ella presenta FM, incluido nuestro medio2. Las mujeres representan cerca del 80% de los pacientes con FM, y aunque puede ocurrir a cualquier edad de la vida, la gran mayoría de los pacientes se encuentra en edad laboral, de modo que la FM obviamente constituye un problema mayor de salud socioeconómico, ya que este síndrome se asocia a una importante disminución o merma de las actividades laborales y extralaborales.


Aunque se sigue sin conocer el origen exacto de la enfermedad, estudios recientes sobre su fsiopatología apuntan a una causa íntimamente relacionada con el sistema nervioso, con más probabilidad al desarrollo de un cuadro de sensibilización central, por estar primordialmente afectados centros superiores supraespinales, como pueden ser el tálamo o la corteza somatosensorial3,4.


Dentro de la constelación de síntomas y signos asociados a la FM, los encuadrados dentro de la esfera neurológica o incluso neuropsiquiátrica deberían ocupar un lugar preferencial, si como todo parece indicar en este proceso ocurren dichos cambios “neuropáticos centrales”, como así lo indican algunas encuestas generales de síntomas asociados a la FM3,4, donde los neurológicos suponen más de la mitad de los síntomas y, sobre todo, los que más afectan en intensidad y calidad de vida a los pacientes4. Para comprobar esta relación, nos propusimos comprobar si la prevalencia de los síntomas neurológicos era más elevada que en el resto de la población no afectada de esta frecuente enfermedad.


Material y métodos


Se diseñaron y realizaron unas encuestas para poder conocer cuántos pacientes con FM en nuestro medio presentaban síntomas neurológicos acompañantes a su proceso de dolor crónico generalizado. Se recogieron los formularios escritos de forma sucesiva hasta completar un total de 100 encuestas sobre una muestra de más de 2.000 afliados (trabajando con un nivel de confanza ± 0,96 y error máximo de 0,1). Para ello, se contó con la ayuda de AFIBROM-Asociación de Fibromialgia de la Comunidad de Madrid. En su sede central, se realizaron las encuestas a todos los pacientes que hubieran sido diagnosticados de forma adecuada por un profesional experto en FM, siguiendo los criterios aceptados internacionalmente5 y quisieran colaborar en este estudio de forma desinteresada. Sólo se aceptaron diagnósticos de FM primaria y, por supuesto, no de otras enfermedades relacionadas, como por ejemplo el síndrome de fatiga crónica. La recogida de datos se realizó entre los meses de marzo y junio de 2008. Para evitar sesgos de selección, no participó directamente en la elección de los encuestados ni en la explicación de los objetivos de esta encuesta ningún personal sanitario. Las encuestas eran totalmente opcionales y anónimas. Para evitar respuestas erróneas o incompletas, se recomendaba no rellenar las preguntas que no se entendieran adecuadamente, ya que no se disponía de la posibilidad de explicar por ningún personal experto dichas preguntas. Se intentó realizar la encuesta de tal forma que fuera comprensible para cualquier persona sin conocimientos en medicina. Así, por ejemplo, cuando se preguntaba por expresiones eminentemente médicas, se explicaba adecuadamente el signifcado de estos términos con palabras comprensibles por cualquier persona profana en este campo.


El cuestionario consistió en un total de 28 preguntas: las 9 primeras sobre datos biodemográfcos, 2 sobre su opinión acerca del origen y desencadenantes de la enfermedad, y las 15 siguientes sobre síntomas neurológicos posiblemente asociados, según la bibliografía revisada1,6-8 y nuestra propia experiencia al tratar con este tipo de patología. Se analizaron los datos con el paquete estadístico SPSS 12.0, obteniéndose medias, rangos y desviaciones estándar de las variables numéricas, y valores absolutos, junto a porcentajes, de las no numéricas. Todas las encuestas recogidas se consideraron válidas para su análisis posterior.


Resultados


Datos demográfcos


Los datos demográfcos de la población estudiada se recogen de forma resumida en la tabla 1. Los pacientes que rellenaron las encuestas eran mayoritariamente mujeres de media edad, con un rango de entre 30 y 73 años, con un nivel medio de estudios elementales o formación profesional, y un alto porcentaje sin actividad laboral en ese momento, de forma temporal o permanente. Mientras que el 75% refería tener síntomas propios de la enfermedad durante sus últimos 20 años, con una media de 16 años, el diagnóstico en cambio se había producido por algún especialista en los últimos 5,5 años. Cuando se les preguntaba acerca del médico que normalmente trataba sus problemas relacionados con la FM, de forma destacada eran seguidos por reumatólogos y médicos de familia, con el 37,7 y el 34,6%, respectivamente. Menos frecuentemente, estaban siendo seguidos por médicos de unidad del dolor (6,9%), psiquiatras (5,4%), traumatólogos (2,3%), neurólogos (2,3%) y, por último, traumatólogos y médicos rehabilitadores, con el 1,5% en cada caso. También preguntamos cuántos de todos estos pacientes habían visitado alguna vez y por cualquier motivo a un neurólogo, lo cual se reseñó en el 58% de los encuestados. Cuando se les preguntaba específcamente a estos pacientes que habían contestado afrmativamente a la última pregunta, si ellos consideraban necesario un segui­miento neurológico, este porcentaje disminuía al 48%.


Datos sobre síntomas neurológicos asociados a la fbromialgia


Los pacientes con FM habitualmente aquejan múltiples síntomas que involucran diferentes sistemas. En esta encuesta se preguntó por los síntomas en que consideramos que el sistema nervioso pudiera estar directamente o indirectamente involucrado (tabla 2). Se preguntaba cuáles de estos síntomas presentaban con frecuencia los pacientes. Por orden de frecuencia absoluta, el síntoma referido en el 100% de los pacientes lógicamente fue el dolor generalizado. Los siguientes síntomas o signos más frecuentes referidos por al menos el 80% de los pacientes por orden de frecuencia fueron: contracturas, insomnio, problemas de memoria, parestesias, fatiga física, ansiedad, problemas de concentración y cefalea. El total de porcentajes y el resto de síntomas se exponen en la tabla 2.


Cuando se preguntaba más específcamente por alguno de estos síntomas, como por ejemplo las cefaleas, de este 80% que refería presentarlas habitualmente, la media de tiempo con ellas era de 22,2 ± 15,8 años. Acerca de cuántos días al mes tenían dichos dolores, la media fue de 15,6 ± 9 días. El 48,7% de los que referían tener dolor de cabeza lo presentaba 15 o más días al mes. En cuanto al tipo de dolor referido (tomando este dato con cautela, al no poderse confrmar el diagnóstico por un profesional), los pacientes creían tener o realmente habían sido diagnosticados de migraña en el 37,5% de los que tenían cefaleas. Un 44,3% refería cefaleas tensionales, y un 3,4% otro tipo de cefalea distinto a los 2 anteriores. El 14,8% no tenía claro qué tipo de dolor de cabeza tenía. De todos los que anotaron tener cefaleas, sólo 8 pacientes (10%) reseñó tener migrañas más cefaleas tensionales. En cuanto al tratamiento, un 71% refería estar tomando algún tipo de tratamiento farmacológico con/sin tratamiento no farmacológico asociado para sus cefaleas, y sólo un 5% hacía tratamiento no farmacológico (tabla 2). Los tratamientos farmacológicos agudos más empleados eran analgésicos que no eran antiinfamatorios no esteroideos (AINE) (41%), seguido de AINE (18%). Sólo un 4% tomaba triptanes, y exclusivamente un 4% seguía tratamiento preventivo para sus cefaleas.


Sobre el insomnio, el tercer síntoma mas frecuente detrás del dolor y las contracturas, nos interesamos por el tipo de insomnio que relataban tener los pacientes, con tres posibles respuestas múltiples: de conciliación, de mantenimiento o de despertar precoz. La gran mayoría de los pacientes que refrieron este síntoma dijeron sufrir al menos dos de los tres tipos (el 65,6%). Los que sufrían sólo un tipo de los tres, el de mantenimiento fue el más frecuente (en el 16,1%), seguido del despertar precoz (11,8%) y por último el de conciliación (5,4%). Para el tratamiento del insomnio, los fármacos más empleados fueron benzodiacepinas (45%) seguidas de antidepresivos con efecto sedante (17%). Sólo un 6% realizaba tratamiento no farmacológico para intentar controlar la falta de sueño. Para la mayoría del resto de los síntomas, se contabilizó si seguían algún tipo de tratamiento farmacológico o no, según se expone en la tabla 2.


Datos sobre desencadenantes de la fbromialgia


Las personas con FM frecuentemente relacionan un factor específco con el inicio de su patología. Esta posible asociación (real o no) fue determinada con la siguiente cuestión: “¿Asocia o relaciona el inicio de su enfermedad, la fibromialgia, con algún hecho desencadenante o estresante?”. Mientras un 24% de los pacientes no relacionaba ningún factor con el comienzo de sus síntomas, un 64% sí que creía encontrar una asociación con algún hecho: un 17% con problemas familiares (separaciones, discusiones, etc.); un 9% con el estrés en general, sin reseñar ningún episodio especialmente intenso; un 8% asociado a un traumatismo (normalmente de automóvil); un 8% a duelo por un familiar de primer grado.




primer grado; un 7% con problemas derivados de embarazos, partos o abortos; otro 7% con problemas laborales (despidos, acosos, etc.); un 5% relacionó el inicio con una intervención quirúrgica propia, y un 3% con una enfermedad médica. Un 12% de la muestra no contestó esta pregunta.


Datos sobre el origen de la fbromialgia


Otra cuestión interesante puede ser la percepción que tienen los propios pacientes acerca del origen de su problema. Preguntábamos sobre cuál creían que era el origen real de su enfermedad, según el criterio de los propios pacientes, dando varias opciones como posibles, aunque permitiendo la posibilidad de marcar una o varias, así como cualquier otra no enumerada en la encuesta. La pregunta se planteó de la siguiente forma: “¿Cuál piensa usted que es el origen real de su enfermedad, la fbromialgia?”. Al permitirse tantas respuestas como los pacientes quisieran, la suma total fue superior a 100.


La respuesta más frecuente fue de origen desconocido, contestada por 34 pacientes (20% de los casos). Por orden de frecuencia continuaron los supuestos orígenes siguientes: reumatológico por 31 (18,2%), neurológico por 29 (17,1%), psicológico por 23 (13,5%), hormonal e inmunológico con 13 respuestas cada uno (7,6%), genético en 3 casos (1,8%), y otros distintos a los anteriores en 6 pacientes (3,5%). El 10,6% de los pacientes no contestó o no supo atribuir un origen determinado a sus dolencias.





Discusión


La sintomatología relacionada con el sistema nervioso puede suponer un destacado porcentaje de la afectación clínica en pacientes con FM. A través de una encuesta a un grupo de pacientes, se ha intentado estimar cómo de frecuente puede ser este problema y en qué parámetros se ve afectado. Bastantes de las hipótesis actuales acerca de la fisiopatología de la FM apuntan hacia el hecho de que se trate de un dolor crónico generalizado causado por una sensibilización crónica del sistema nervioso, sobre todo central3,4,8,9. Sobre dicha sensibilización, asimismo, se han propuesto diversas teorías. Tanto acerca de en qué nivel o niveles del sistema nervioso se producirían los cambios estructurales y/o bioquímicos que cronifcan el dolor, como de qué neurotransmisores o sustancias se ven involucradas para la perpetuación del dolor. Siguiendo esa línea argumental, sobre la activación de mecanismos centrales del dolor, pero sin entrar en detalles, lo cual excedería el objetivo de este trabajo, sería esperable encontrar en esta enfermedad multisistémica, afectación preferencial de las funciones involucradas o relacionadas con el sistema nervioso central, con síntomas como la cefalea, fatiga, parestesias, o problemas de memoria o de concentración. Y efectivamente, se ha comunicado que todos estos síntomas o signos, y muchos otros involucrados con el sistema nervioso, son más prevalentes en la FM que en la población normal8.


Por ejemplo, la relación comórbida entre cefalea y FM es ampliamente conocida, estimándose una coexistencia de cefalea en su forma episódica o crónica en al menos la mitad de los pacientes con FM10-14, en nuestra casuística es del 80%. Se cree que esta asociación se debe a diversos hechos: a) similares mecanismos patogénicos: sensibilización periférica y central, involucrándose los mismos neurotransmisores, sobre todo la serotonina y el glutamato15-17; b) características clínicas comunes, como la hiperalgesia y alodinia, con episodios de empeoramiento y mejoría, junto a relación con desencadenantes similares, y c) la respuesta terapéutica a la misma familia de fármacos preventivos, como los antiepilépticos y antidepresivos. Todo ello ha hecho que algunos autores lleguen a plantearse incluso si nos encontramos ante la misma enfermedad, con diferente expresividad y extensión de la sintomatología, en lo que se conoce como el continuum evolutivo o el espectro de enfermedades con bases fsiopatogénicas comunes10-13,18. Para los diferentes tipos y formas de cefalea se han referido distintos porcentajes de asociación. Por ejemplo, para la cefalea en su forma crónica se ha publicado una elevada prevalencia en pacientes con FM10, observándose en un 75% de los casos (la mayoría en forma de migraña). A la inversa, también hay una alta proporción de pacientes con FM en poblaciones que presentan cefalea en sus distintas variantes. En un trabajo en pacientes con migraña transformada, el 35,6% cumplía criterios de FM19. En pacientes con migraña episódica, el porcentaje de FM desciende al tampoco despreciable número del 17,4%14. En el apartado de tratamiento, es llamativo el bajo porcentaje de pacientes que seguía medicación con triptanes o con fármacos preventivos, comparado con el elevado número de casos que refería tener migrañas (más de un tercio) y el elevado número de días que la presentaban. Esto se puede deber a 2 cuestiones: a) la proporción de pacientes que había consultado y había sido tratada por un especialista en esta patología, y b) al tener dolor generalizado, había prevalecido éste sobre la cefalea en cuanto a su motivo de queja y solicitud de tratamiento a su médico.


Los pacientes con FM frecuentemente referen problemas de memoria o concentración20,21, el 89 y el 81% en nuestra muestra, respectivamente, siendo difcultoso tanto para el propio paciente como para el médico discernir cuándo se está ante uno u otro de los 2 casos. Más, si cabe, cuando frecuentemente se añaden problemas anímicos en estos pacientes, como son la depresión y la ansiedad, alteraciones del sueño y tratamientos con fármacos que afectan a la esfera neurocognitiva, lo cual ocurre habitualmente. Aunque no parece haber un deterioro real de las funciones cog-nitivas en esta enfermedad22, sí se relacionan las quejas cognitivas de los pacientes con FM con peores puntuaciones en las escalas de memoria, sobre todo en la memoria de trabajo y a largo plazo, aunque dicha puntuación también está asociada a mayor índice de las escalas de dolor y ansiedad23,24. Los pacientes que presentan dolor crónico, y en particular los pacientes con dolor generalizado, como la FM, tienen alterada la atención mantenida, lo cual puede llevar a una peor puntuación en las diferentes escalas neurocognitivas25. En nuestra serie, sólo de forma anecdótica, estaban siguiendo algún tratamiento farmacológico para cualquiera de estas 2 quejas, siendo lógicamente mucho más frecuente el no farmacológico.


Directamente relacionados con las quejas cognitivas se encuentran los problemas del sueño en pacientes con FM26, con una altísima prevalencia en nuestra serie (93%). Se han descrito diversas alteraciones en el patrón de sueño de estos pacientes, como aumento de la actividad alfa no-REM en detrimento de la delta, así como reducción de las fases I y REM del sueño27,28, lo que se asocia con mayor número de despertares y a un sueño no reparador29. Concomitantemente, se han observado patrones de insomnio en la FM de todos los tipos y con diversas asociaciones: de inicio, de mantenimiento o de despertar precoz30. Estas diversas alteraciones de sueño objetivadas se han asociado, además de a los problemas cognitivos reseñados, al dolor generalizado que presentan los pacientes31,32, al parecer interactuando y potenciándose ambas patologías, al estar tan directamente relacionadas26. Asimismo, mayor probabilidad del síndrome de piernas inquietas y de mioclono nocturno33, estimando una probabilidad de ambos procesos en la FM del 31 y el 41%, respectivamente, muy por encima de lo esperable en la población normal. En esta encuesta, la prevalencia del síndrome de piernas inquietas llegó al 50% de los pacientes y, curiosamente, a pesar de tener tratamiento normalmente satisfactorio34, muy pocos seguían algún tipo de recomendación farmacológica para ello. También creemos que es llamativo que el síndrome de piernas inquietas se haya relacionado frecuentemente con la migraña, estimándose su prevalencia en hasta el 17% de los pacientes migraño-sos35. Para esta asociación se han involucrado 3 factores: marcadores genéticos comunes; el fenómeno de hiperexcitabilidad cortical, también relacionado con ambos procesos, y por supuesto, la asociación de ambas patologías con la FM36. Los tratamientos seguidos por los pacientes no difieren de los utilizados en el insomnio de otra procedencia, según se indica en los resultados de este estudio.


La prevalencia de disfunción temporomandibular (DTM) en FM se estima que es muy alta, pudiendo estar presente entre el 50-75% de los pacientes34-41. El porcentaje reseñado en nuestro estudio (68%) confrmaría dicha asociación. Además, se ha relacionado la FM con la cronicidad y severidad de la DTM40. Aunque la prevalencia de bruxismo no se ha estudiado de forma aislada en pacientes con FM, nuestra impresión personal era que se asociaban frecuentemente, como así se constató en la encuesta, con una asociación en casi la mitad de los pacientes con FM.


Las parestesias/disestesias son un síntoma habitualmente verbalizado por los pacientes con FM. Según Simms y Goldenbergl42 se encontraba en el 84% de los 161 pacientes que estudiaron, muy similar al 86% de nuestra muestra. Ocurre frecuentemente en las extremidades superiores, de forma bilateral, y es muy raro encontrar patología neurológica subyacente en los estudios electromiográfcos, pero siempre conviene descartar neuropatía de fbra fna asociada. Sin embargo, aunque no hay acuerdo en si la proporción de síndrome de túnel carpiano es más alta en la FM que en el resto de la población43-45, sí parece mayor el número de pa­cientes con FM que desconoce que presenta este síndrome comparado con el resto de personas43, hecho explicable por el dolor difuso asociado, que enmascara el localizado en el territorio dependiente por el nervio mediano. Resulta llamativo que, aunque incluso se ha propuesto la teoría de una posible afectación muscular para intentar explicar el origen de la FM, hipótesis hoy poco aceptada3,42,46, no hemos encontrado ninguna referencia acerca de la prevalencia de contracturas locales en pacientes con FM. Sin embargo, nuestra experiencia personal de nuevo nos hacía sospechar una alta proporción de pacientes que presentara este problema, como observamos que se constataba en el 94% de todos los pacientes.


Uno de los síntomas más característicos y frecuentes de la enfermedad es la fatiga o astenia. Ocurre en aproximadamente el 75% de los pacientes47. Los pacientes la describen como continua, con empeoramiento por las mañanas (conocida como fatiga psíquica: “el pensar sólo en meterme en la ducha me produce cansancio”) y con el esfuerzo o ejercicio, incluso a veces mínimo (en estos casos fatiga física). Se ha relacionado con el estado anímico bajo, habiendo correlación entre ambos procesos48, y con la baja calidad de sueño y el dolor de los días previos49. Nosotros evaluamos tanto la fatiga física como la psíquica, encontrando una proporción ligeramente superior a la reseñada con anterio­ridad, del 86 y el 76% en los pacientes, respectivamente. Tanto en un tipo de fatiga como en otra, se utilizaron con baja proporción los tratamientos farmacológicos, y algo más los no farmacológicos, según recogimos en nuestra encuesta.


Hay una elevada evidencia científca que relaciona la FM con distintos problemas anímicos50. Éstos incluyen depresión, ansiedad, crisis de pánico y trastorno de estrés postraumático. Comparado con el resto de población, los pacientes con FM tienen una prevalencia signifcativamente más elevada de depresión (o al menos estado anímico depresivo) y ansiedad, estimada en el 20-80% y 13-63,8% de los casos de FM, respectivamente51,52. Nosotros encontramos un porcentaje algo mayor para problemas de ansiedad (82%) y dentro de lo estimado para situaciones de estado anímico disminuido (79%), sin ser necesariamente depresión, ya que al tratarse de una encuesta, el diagnóstico no fue confrmado con un médico especialista en psiquiatría. Algunos autores barajan la posibilidad de que el dolor crónico sea el causante de dichos trastornos, sobre todo la depresión, o viceversa, que los síndromes que cursan con dolor de forma prolongada sean variantes de los problemas psiquiátricos50. También se ha propuesto que un problema psiquiátrico pueda desencadenar o mantener los síntomas de la FM53. Además, se ha introducido, como otra teoría de asociación entre ambas patologías, que el estrés crónico o la depresión podrían contribuir a desencadenar un trastorno neuroendocrino, inmunológico o de dolor central, todos ellos involucrados dentro de los posibles mecanismos fisiopatológicos de la FM54. En cuanto al tratamiento, menos de la mitad de los pacientes en nuestra serie seguía algún tipo de tratamiento farmacológico para el estado anímico alterado.


Una pregunta recogida en el cuestionario, aunque no pro­piamente de la esfera neurológica, fue la relación del inicio de la FM con algún factor desencadenante o precipitante. Es conocido cómo muchos pacientes referen una clara relación con un trauma o situación estresante previa en los días o meses anteriores al inicio de los síntomas, ya sea física, como es frecuentemente un accidente de tráfco, sobre todo si éste es con compromiso cervical55,56, o psíquica, como el estrés postraumático o abusos en la infancia57,58. En otras ocasiones, se asocia el inicio con un hecho en principio no tan estresante como se pudiera pensar, como puede ser una intervención médica, que se puede relacionar por los pacientes como desencadenante de los síntomas59. Aunque no se ha podido constatar una relación absoluta entre estos episodios y el inicio de la FM, en nuestra muestra, dos terceras partes de los pacientes relacionaron su enfermedad con alguno de estos hechos, e involucraron con mayor frecuencia factores relacionados con problemas familiares o personales, vividos de forma desagradable por los pacientes, y menos frecuentemente con traumatismos, o enfermedades médicas o quirúrgicas. Se piensa que la relación entre ambos procesos es que la exposición a agentes estresantes, tal vez en individuos genéticamente predispuestos, pueda inducir cambios permanentes en las respuestas bioló­gicas al estrés y producir dolor crónico secundario60.


Por último, también indagamos acerca de cuál creían, según el criterio de los propios pacientes, que era el posible origen de su enfermedad. La respuesta más frecuente fue que el origen era desconocido, y posiblemente hoy por hoy ésta sea la respuesta correcta, seguido del origen reumatológico, y en tercera posición los pacientes reseñan un origen neurológico de su enfermedad.


Según queda refejado en esta encuesta, refutando lo descrito en otros estudios anteriores, la asociación de la FM a diversos y variados síntomas neurológicos es muy elevada, y así lo verbalizan los propios pacientes diagnosticados de dicha enfermedad. A la hora de interpretar nuestro datos, hay que tener en cuenta 3 aspectos: a) al tratarse de una encuesta anónima, no se puede asegurar que los síntomas o signos que referían los pacientes corresponden verdaderamente a la patología que presentan; b) al realizarse la encuesta en una asociación de pacientes con FM, se puede producir un sesgo de selección de pacientes con mayor información acerca de su enfermedad que otros pacientes con menos conocimientos sobre ella, y c) al tratarse de una encuesta autovalorada por el propio paciente, de forma voluntaria, puede restar fabilidad a los resultados. De todas formas, la alta asociación de comorbilidad encontrada podría estar en consonancia con la posible implicación del sistema nervioso en la fsiopatología de la FM, como anteriormente hemos reseñado. Por ello, creemos que el neurólogo debería estar más implicado en el conocimiento, diagnóstico y tratamiento de este cuadro, ya sea de forma indirecta en el estudio del origen de la enfermedad, porque se trate de un problema con bases neurológicas, como así parecen apuntar los últimos estudios, o ya sea de forma directa, en el diagnóstico y tratamiento, por la alta asociación de síntomas y signos neurológicos, que conlleva este complejo síndrome.


Agradecimientos


A Doña Paloma Tengelmann, presidenta de AFIBROM-Asociación de Fibromialgia de la Comunidad de Madrid, por su inestimable colaboración en la realización de este estudio.



domingo, 22 de julio de 2012

http://terapianeural-hospitalaria.blogspot.com.ar/

Este es el link , para mucha e importante información sobre TERAPIA NEURAL...no puedo describir mi experiencia, porque seria totalmente imparcial....no podría decir, como me gusta llamarlo: MI MILAGRO..., pero ya sabemos que hay ENFERMOS Y NO ENFERMEDADES...a partir de esa premisa,dejo que cada uno lea....y quizá tome el riesgo de proponerse un cambio.Gracias Dios... y a mi madre,que desde el cielo que se merece,me dio la claridad para animarme y probar.