lunes, 18 de julio de 2011

Y SI PROBAMOS ????

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos
trayectos,
quien no cambia de marca,
no se atreve a cambiar el color de su
vestimenta
o bien no conversa con quien no
conoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión y su remolino
de emociones,
justamente estas que regresan el brillo
a los ojos y restauran los corazones
destrozados.
Muere lentamente
quien no gira el volante cuando esta infeliz
con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir
detrás de un sueño
quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,
huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!

Texto atribuido a de Pablo Neruda 

Rasgos de personalidad de quienes padecen fibromialgia


* Las personas más propensas a sufrir fibromialgia son aquellas que tienen un sentido muy estricto y exagerado de la responsabilidad.
Son quienes siempre se hacen cargo de todas las tareas, las propias y las ajenas, se agobian de trabajo porque consideran que es su deber.

* Asumen demasiados compromisos en el ámbito laboral o familiar y quieren cumplirlos todos aún siendo conscientes de que van más alla de su tiempo y energías.

* Realizan esfuerzos extenuantes, llegan hasta el agotamiento físico y mental para cumplir con las obligaciones que se imponen.

* Quienes padecen fibromialgia suelen ser perfeccionistas y también considerar que nadie puede hacer las cosas bien, por lo tanto todo lo hacen ellos.

* Les averguenza pedir ayuda o favores, en parte por orgullo y también por no molestar a los demás.

* Es frecuente que se sientan usados por quienes los rodean y tal vez no es sólo una sensación ya que si alguien está siempre dispuesto a hacerlo todo los demás se descansarán en esa persona.

* Por lo general sienten que sus esfuerzos no son valorados, pero lejos de detenerse los redoblan.

* Otra de las características de quienes sufren fibromialgia es una baja autoestima, intentan agradar a los demás, les cuesta decir que no y poner límites.

* Dejan de lado sus propias necesidades en pos de dedicar más tiempo y energía a las tareas.

* Puede haber sentimientos de culpabilidad infundados, llegan a sentirse culpables por disfrutar de algo sin haberlo compartido con los demás.

* Les cuesta mucho dedicarse al esparcimiento, llevar a cabo actividades recreativas o tener ratos de ocio.

* Otros rasgos destacados de la personalidad de quienes padecen fibromialgia es la rigidez de su pensamiento y la dificultad para adaptarse a los cambios.

* En la gran mayoría de los casos hay resentimiento o rabia reprimida que puede ser hacia aquellas personas que se aprovechan de ellos o hacia si mismos por no animarse a revertir la situación.

La fibromialgia y el estrés tienen una relación muy estrecha, es posible que un estrés permanente pueda culminar en fibromialgia, escuchar al propio cuerpo evitaría muchos de estos problemas.

Qué es la Fibromialgia? como somos los que la padecemos ?


La FM (Fibromialgia) es una enfermedad de origen médicamente desconocido. Su nombre indica: fibro = fibra, mi = músculos y algia = dolor. Se considera crónica (con más de seis meses de duración). El dolor y el cansancio son los síntomas de Fibromialgia más destacados pero no los únicos. Alteraciones del sueño, colon irritable, pérdida de la memoria y de la concentración... son algunos de los más destacados.
Al no haber ningún indicador objetivo, analíticas, radiografías... de la enfermedad (parece que las investigaciones más recientes apuntan a un déficit de la hormona del crecimiento aunque es muy pronto para decir algo con seguridad) nos encontramos con la primera dificultad de diagnóstico, además de que los síntomas de la Fibromialgia pueden estar indicando la existencia de otra enfermedad, con lo cual crea incertidumbre, y esto ayuda a aumentar la angustia y la tensión en las personas con fibromialgia.

La prevalencia es del 90% de mujeres respecto a un 10% de hombres, en edades comprendidas mayoritariamente entre los 35- 65 años.

¿Qué ocurre con el dolor en la Fibromialgia?
La persona con fibromialgia tiene una forma de afrontar su cotidianeidad que contribuye a aumentar el dolor.

· Son personas que "se sienten burros de carga" de sus hogares, de sus trabajos...

· Son personas muy dadas a satisfacer las necesidades de los demás antes que las suyas propias, llegando al punto que ya no saben cuales son sus propias necesidades.

· Se sienten incomprendidas, y se sienten heridas con las personas que las rodean.

· Tienen un gran sentido del deber y eso las lleva a ser muy exigentes y a tener un gran sentimiento de culpabilidad.

· Baja autoestima.

· Les cuesta pedir.

· Presentan mucha rigidez física -el cuerpo está muy tenso-, mental -tienden a dar muchas vueltas sobre lo mismo, y les cuesta tener en cuenta otros puntos de vista- y emocional -siempre que pueden evitan afrontar lo que sienten-.

Esta forma de relacionarse consigo mismas y con su entorno les reporta una gran pérdida de energía física, ya que esa tensión se va acumulando en su cuerpo.
El dolor provoca mucha agresividad y ansiedad por la sensación de impotencia, aunque con técnicas de relajación y respiración se ha demostrado que disminuye.

Normalmente las emociones como la rabia y la tristeza -al sentirse incomprendidas, impotentes, no ayudadas..., si no se elaboran son las que esencialmente ayudan a aumentar el dolor corporal, el insomnio, el estrés... y a la larga la pérdida de concentración y la memoria.

Se van acumulando temas pendientes en vez de resolverlos, y todo ello provoca sentimientos de culpabilidad e irritabilidad tanto hacia ellas mismas (debo hacer y no puedo) como hacia los otros (deben hacer y no hacen). Esta falta de comunicación sana y la dificultad de manejar las emociones acaba deteriorando a menudo las relaciones porque genera incomprensión y distanciamiento con los seres queridos.

¿Qué trabaja la Psicología en la Fibromialgia?
Trabajamos el darse cuenta del propio cuerpo, de las emociones, sentimientos, pensamientos y de las necesidades reales que tienen. Es decir, darse cuenta de cómo afrontan el día a día y como se siente. Las personas con fibromialgia, son las que a menudo sienten que las situaciones se repiten constantemente, y que los conflictos son siempre los mismos.

Darse cuenta que todo su empeño acostumbra a centrarse en luchar en contra de su propio cuerpo (que mi cuerpo dé lo que daba antes), y en contra de su entorno (que hagan lo que tienen que hacer, a caso no se dan cuenta) y eso les lleva a evitar encontrarse consigo mismos y mantener una batalla en la que el agresor y el agredido acaban siendo ellos mismos.

Las emociones y ciertos pensamientos generan tensión y con ello se mantiene y aumenta el dolor.

¿Qué hace la persona con fibromialgia con la ayuda de la Psicología?
Técnicas de relajación y de respiración. Para empezar a conectar con el cuerpo de una forma constructiva, concentrándose en lo que "Yo que tengo Fibromialgia me puedo dar", en vez de lo que "el cuerpo me debería dar a mi".

Psicoterapia. Para empezar a tener una relación sana con uno mismo.
Darse cuenta, del papel activo que tiene uno mismo en la construcción de su propia vida.
Si quieres que los otros cambien (actitud muy frecuente en la Fibromialgia) empieza a atreverte a mirar en ti misma y como funcionas, ya que acostumbras hacer contigo lo mismo que ves que los otros hacen contigo (no escucharte, no hacerte caso...).

· Darse cuenta de que los cambios se tienen que hacer en primera persona.

· Aprender a crear en vez de victimizar o acusar (las personas con fibromialgia se sienten constantemente atacados y ofendidos por los demás).

· Darse cuenta de la importancia de aprender a cuidar de si mismas.

· Darse cuenta de la importancia de manejar las emociones de una forma sana, para poder exteriorizarlas sin herir (expresar en vez de esperar que el otro se de cuenta...).

· Darse cuenta de sus propias necesidades para poder expresarlas (decir no...).

· Darse cuenta de que es lo que hacen para que las situaciones se repitan constantemente.

· Darse cuenta de la importancia de aprender a valorar al otro y a uno mismo.

Frase para meditar
Pon toda la energía en ti en vez de en los otros.



Autor: Anna Coderch
Psicóloga Gestáltica
www.psicologiaannacoderch.net 


A nadie nos gusta que nos marquen nuestros defectos o malas reacciones...pero vale la pena releer el articulo,y sobre todo tomar en cuenta los consejos finales.Un abrazo fuerte, marcela

Los problemas cognitivos de la fibromialgia



La fibromialgia no es solo dolor y agotamiento físico, hay un sinnúmero de otros síntomas que muchas veces no reciben la debida atención de parte de los profesionales médicos, como por ejemplo: trastornos del sueño, rigidez matutina, dolores de cabeza, colón irritable, menstruaciones dolorosas, adormecimiento y hormigueo de las extremidades, sensibilidad a la temperatura, a la luz brillante y a los sonidos fuertes y problemas cognitivos y de memoria.

Los problemas cognitivos y de memoria, también conocidos comofibro fog en inglés, cuya traducción podría ser algo como neblina mental, no reciben tanta atención de parte de los profesionales médicos, como otros síntomas; sin embargo, esta condición es la que muchas veces nos hace difícil hacer cosas como cocinar la cena, hacer las compras o realizar multitareas en nuestro trabajo.

Yo era un dínamo, que funcionaba en alta velocidad y solía ser multitasking (multitarea), manejando hasta 4 y 5 cosas a la vez, con varios proyectos y departamentos a mi cargo, por lo que mi día usualmente era multitarea durante las 12, 14 o 16 horas que trabajaba. Hasta que empecé a tener “corto circuito” (como yo le llamaba). Por ejemplo, yo podía mantener una conversación con 2 personas a la vez, captando y entendiendo perfectamente lo que me decían, y de pronto empecé a dispersarme cuando hablaba con una sola persona, y tenía que pedirle que empezara a explicarme nuevamente lo que ya me había dicho. Me costaba enormemente redactar una carta o nota, la leía y releía para corregirla, y esto me tomaba una eternidad, y no lograba mantener mi concentración para leer un texto o un correo electrónico recibido, lo que hacía que me tomara mucho tiempo entender lo que estaba leyendo. Por todo esto, yo sentía que mi cerebro tenía un corto circuito… esa no era yo.

A diferentes niveles y en diferentes situaciones, los problemas cognitivos suelen aparecer en algún momento, sobre todo si estamos expuestos a grandes dosis de estrés (que usualmente vienen con la responsabilidad del trabajo), y empezamos a experimentar diferentes formas de neblina mental, como falta de concentración, dificultad para encontrar las palabras, falta de memoria de corto plazo, sentirse atribulado en situaciones estresantes, falta de coordinación, incapacidad para realizar multitareas, ansiedad, pánico, etc.

Dependiendo del tipo de trabajo que realizamos, hay posibilidades de salir adelante adquiriendo nuevos hábitos relacionados con el trabajo, ya que a veces logramos trabajar a pesar del dolor y del cansancio, pero en otros casos, es muy posible que tengamos que dejar de trabajar, porque se vuelve imposible desenvolvernos con la neblina mental. Este podría ser uno de los síntomas mas deshabilitante de la fibromialgia.

La explicación científica es que el cerebro maneja las multitareas a través de algo llamado “sistema de control ejecutivo”, que nos permite lograr pequeñas metas para completar un objetivo mayor. Para que esto funcione, nuestro cerebro debe tener una buena velocidad de procesamiento de la información y una memoria de corto plazo intacta; y cuando se tiene neblina mental, se carece de ambas aptitudes. Sería como tratar de correr un juego de PlayStation en un Atari – no se tienen los adecuados requerimientos del sistema.

Sin embargo, no podemos dejar de hacer las cosas que requieren multitareas, así que les paso algunas sugerencias sobre como manejar situaciones, a nivel personal y profesional, a fin de lograr nuestros objetivos. La mayoría están basadas en mi experiencia personal y en como hice para lidiar con estos problemas.

Dividir una tarea en varias sub-tareas:

· Desmenuce todas las tareas en tareas mas pequeñas, hágalo por escrito, haciendo las anotaciones necesarias para lograr los objetivos, y actualizando su estado.

· Realice una sub-tarea a la vez, y una vez que esté completada, considérela como un éxito. Entonces pase a la siguiente sub-tarea.

Mantenga listas para todo, en su PC.

· Profesional: listas o inventarios de información importante (como datos de su personal, teléfonos importantes de personal externo con nombre, título y empresa, inventario de cosas bajo su responsabilidad), tareas por hacer con fechas de vencimiento, temas por investigar, proyectos en curso con su estatus actualizado semanalmente.

· Personal: lista para las compras de víveres, deberes del hogar, cosas pendientes que quiere hacer o necesita hacer; categorice y priorice las listas, por ejemplo: salud, mascotas, niños, etc. con prioridad 1,2,3 o alta, media, baja.

Mantenga siempre a mano algo en donde anotar.

· Profesional: si tiene una notebook, llévela a todas partes y tome notas directamente en ella; si tiene un celular estilo Blackberry, puede tomar notas cortas directamente al celular o grabarlas con voz; sino utiliza medios electrónicos móviles, entonces cargue siempre con usted, una agenda, y tome notas de todo lo que le parezca importante y que deberá recordar en los próximos días; también mantenga en su escritorio de un pad de notas.

· Personal: tenga pads de notas en su mesa de noche (muchas veces nos acordamos de cosas cuando ya estamos acostados), cerca del teléfono, en la cocina y hasta en el baño; y por supuesto, guarde estas notas siempre en el mismo sitio, para evitar perderla u omitirlas.

Fórmese hábitos y manténgalos

· Profesional: si tiene que estar en reuniones largas, levántese por lo menos cada media hora para ir al baño, buscar agua o simplemente caminar; trate de no colocar reuniones para horas tempranas de la mañana, porque es cuando peor nos sentimos y nuestra concentración puede estar mas afectada; revise su lista de pendientes todas las noches y tache aquello que ya esté hecho, reorganice las tareas que lo requieran y coloque los recordatorios necesarios.

· Personal: para evitar la ansiedad, no haga diligencias en hora pico, trate de hacer compras en horas en que no estén llenos los supermercados o las tiendas, adelántese a los eventos para evitar la corredera del último momento o las aglomeraciones (día de la madre, navidad, cumpleaños, etc.)

· Si visita un centro comercial o algún edificio que tenga un estacionamiento muy grande o de varios pisos, para evitar perder su auto, trate de estacionar siempre en la misma área, y recuerde tomar nota mental (o escrita) del número del pasillo y/o piso, si aplica el caso.

Haga uso de la tecnología

· Use la grabadora de voz de su celular, cada vez que recuerde algo, y hágase el hábito de revisar los mensajes de voz que ha grabado, por lo menos una vez al día, para transferirlos a su lista de pendientes, o usar esa información como sea necesaria (a veces se nos ocurre la solución de un problema mientras nos estamos bañando, por ejemplo).

· Si usa Outlook o algún programa parecido, acostúmbrese a escribirlo todo: sus citas en el calendario, con detalles de las personas involucradas, temas a discutir, observaciones que recordar y material que deba llevar a la reunión; sus tareas pendientes con detalles de las sub-tareas, personas de apoyo, documentos involucrados, etc.; sus notas sobre temas que debe tener a la mano, detalles que debe recordar con frecuencia y/o información importante (números de cuenta, números de serie, números de documentos, instrucciones especiales, etc.); categorice los emails que recibe o envía, y utilice marcas de aviso o seguimiento para que la PC le avise que debe realizar ciertas tareas o revisiones relacionadas con el email.

· Acostúmbrese a tomar notas en las reuniones (si tiene una notebook, hágalo directamente en el procesador de palabras que usa –word- o algún programa parecido, de esta forma ya le queda la información en un medio electrónico), sobre todo tome notas de la conclusión, los pasos a seguir, fechas de revisión y seguimiento, y las tareas derivadas de esa reunión, que le han quedado asignadas.

· Si su celular se puede sincronizar con su PC (generalmente lo hace con Outlook) acostúmbrese hacerlo diariamente; si tiene un Blackberry o iPhone, es una función casi predeterminada, pero otras marcas, como Nokia o Sony Ericsson, también tienen sincronización. Esto le permite cargar toda su información clave con usted, todo el tiempo.

· Si toma notas en papel, no olvide transferir la información a algún medio electrónico, antes de que termine su día. Los papeles se pierden con facilidad, o a veces nos cuesta trabajo recordar o encontrar donde fue que anotamos algo.

Si tiene una asistente, úsela

· Delegue esas pequeñas tareas que nos roban tiempo y atención, como hacer llamadas telefónicas, concertar citas o reuniones de negocio, investigar cosas, hacer sus citas médicas, etc.

· Haga que su asistente esté pendiente de que usted coma a las horas debidas, que mantenga un vaso de agua en su escritorio y tome los medicamentos prescritos a las horas indicadas (estas cosas parecen tonterías, pero cuando uno está muy ocupado, se olvida de ellas)

· Yo solía llamar a mi asistente desde el celular, cuando estaba manejando el auto, porque me acordaba de algo importante, o necesitaba conseguir una cita o había recibido una llamada solicitando alguna información y entonces le pedía a ella que tomara nota o que tomara acción.

· Una asistente es un recurso invaluable, y definitivamente ayuda a liberar mucho estrés; a veces nos apena molestar, pero es necesario.

Sin embargo, no debemos dejar de ejercitar nuestra memoria. Debemos tratar de forzarnos a recordar pequeños detalles, tratado de aprendérnoslos de forma consciente. Empiece con una cosa a la vez, puede ser un número de teléfono, un nombre y apellido de alguien que acaba de conocer, la fecha y hora de una cita médica, etc. Recuerde que estamos hablando de memoria de corto plazo. Cuando logre recordar una cosa, empiece a practicar tratando de recordar dos cosas, y vaya intentándolo cada vez con mas cosas. Puede hacer un ejercicio con la compra de los víveres, pruebe a mirar la lista antes de entrar al supermercado y una vez dentro, trate de recordar la mayor cantidad de artículos sin mirar nuevamente la lista, hasta ver a cuantos llega. Puede ser frustrante, pero la intención es mantener nuestra mente alerta.

Espero que mis sugerencias sean de utilidad para algunos y les ayuden a sobrevivir día a día a pesar de la neblina mental; y si alguien tiene mas sugerencias, por favor compártanlas con nosotros, toda la ayuda que podamos recibir, es bienvenida.

Publicado por Mylene Wolf 


Mi querida Mylene, nos brinda un montón de soluciones para esta parte , tan desagradable como  el dolor ,que son los problemas de concentración y organización . Ella los presenta desde un punto de vista y un nivel socioeconomico  un poco alejado a mi realidad y quizá
 a mucha de nosotras.
Yo también era una mujer multitarea, y sin querer hacer alarde, muyyyyyyyy multitarea !!!,4 hijos,un negocio,un hogar,familia,plantas...y muchas decisiones al mismo tiempo!...recuerdo sentir que la " cabeza me ardía" .....
Después del colapso , es lo que mas afecta mi " pobre corazoncito "...empiezo algo...sigo con otra cosa, sigo con lo que empece primero..y pasa el día y nada esta terminado. 
De la misma forma que era multitarea,era guía telefónica, recordatorio de tareas , etc., de los demás y de la misma forma que yo no me acostumbro a mi falta de capacidad intelectual , el entorno ...menos !!!!...he insisten en pedir que les recuerde tal o cual cosa...por supuesto ,me olvido !.
Muy en fondo,quiero creer ,que es parte de la persona que quiero olvidar.
No mas hacerme cargo de los demás, conmigo basta y sobra ! pero tampoco quiero perder lo poco de independencia que me queda,por lo tanto para rescatarla , recurrí a  la vieja y querida agenda ( llena de florcitaaasss ).
No necesita corriente, entra en la cartera, podemos leer lo que nos paso , entre consulta y consulta, cuando vemos al medico, podemos anotar todooooooo y tenerlo a mano  y con un muy bajo presupuesto.
 Solucionado.
Solo basta RECORDAR DONDE QUEDO LA AGENDA ?????????!!!!!!.
Que la neblina mental existe,es real, creo haber comentado que fue el primer síntoma que me asusto : no poder jugar en la compu. ,mi juego favorito de formar palabras.Ahora lo hago como ejercicio físico,lo considero rehabilitación. También, creo que si bien el medico que nos atiende debe saberlo,es justo charlarlo con ellos sobre la dosis de calmantes necesarias para calmar el dolor,recuperar la calidad del sueño pero sin convertirnos en zombies. Un fuerte abrazo,marcela.

viernes, 8 de julio de 2011

JUGUEMOS........

SOLO PARA ENTENDIDOS: 51 3N73ND35 L45 P4L48R45 D3 3573 M3N54J3 3N73ND3R45 Y 73 D4R45 CU3N74 QU3 N0 35 N3C354R10 H48L4R CL4R0 P4R4 D3C1R QU3 73 QU13R0.............SI LO ENTENDES PONÉ ME GUSTA Y PEGALO EN TU MURO♥♥

Este es un desafió !!!!...simple y risueño , pero desafió al fin !...la medicación, la fibro., por si misma nos resta concentración.
Yo ya les conté que una de las cosas que mas me asusto fue el día  que quise jugar una partida de Shangri La , en la compu, que es un jueguito de formar palabras y no me salia ni una sola y simple palabra !!!... ahí dije : ACÁ PASA ALGO RARO !!!!???...tarde mas de cuatro meses en poder jugar otra ves ....y ahora me obligo a jugar ,aunque sea, una partida diaria. 
Este geroglifico es una forma de no dejar que la neurona se muera...sobre todo , para no darle el gusto a los hombres ,con el famoso chistecito que las mujeres tenemos una sola neurona...dos ,cuando estamos embarazadas !!!!!!!!!!Marcela.,gracias Karina.!

“LOS AÑOS ARRUGAN LA PIEL, PERO RENUNCIAR AL ENTUSIASMO ARRUGA EL ALMA”


Albert Schweitzer. 
Pasan los días y los años, casi sin darnos cuenta, y con ellos, el cuerpo pasa factura en lo físico, y las damas son las más sufren estas marcas, ya que se miran al espejo y quieren con sus dedos estirarse allí donde en otro tiempo había piel tersa. Esto se debe tomar en forma natural sabiendo que a todos nos sucede y que hay algo más grave que puede arrugarse, que puede afectar a todos y es cuando se arruga el entusiasmo. Cuando se pierde el entusiasmo, cuando nos encontramos sin esperanza, cuando nos vamos abandonando en nuestros anhelos, cuidado porque ha comenzado una etapa de angustia y dolor. Cuando vemos los años que tenemos y vemos que no hemos llegado a ciertos objetivos, la amargura gana el corazón y el alma, y con eso pesa el levantarse, cuesta el ponerse alegre, cuesta el ponerse alguna meta ya que los pensamientos negativos han tomado el razonamiento. Son comunes los “ya no estoy para esto”, “todas me pasan a mí”, “mira aquel o aquella como llegaron a eso”, etc. Amigos de Pensar Bien, NUNCA RENUNCIEN A SUS SUEÑOS, IDEALES O METAS, recuerden que tienen todo para triunfar y que nada o nadie les debe hacer creer que no van a poder. Renunciar al entusiasmo arruga el alma, dice la frase de hoy, no dejes que tus decisiones de ser feliz, de concretar una familia, de aspirar a un mejor trabajo, de completar tus estudios, de reencontrarte con aquellos que hoy estas separado, de encontrar al hombre o mujer de tu vida, de tener ese hijo ansiado, de sentirte pleno y disfrutar cada día, se arruguen y mueran. Cada día es una vida que tenemos; yo te desafío a que hoy renueves tu fe, tu confianza a que podrás hacerlo, que comprendas que Dios está del lado de los buenos y esforzados, que tienes mucha vida por delante para hoy claudicar, y si tienes algo que perdonarte, hazlo, no estés presa de algo que sucedió hace tiempo que arrugó y arruinó tu vida. Ten pensamientos positivos, habla con palabras de esperanza y actúa para llegar a lo que quieres. Hasta la próxima!!

DE PENSAR BIEN,VIVIR MEJOR..



Mi amiga a la distancia,pero no menos amiga, compartió este buen articulo y enseguida lo relacione con algo que estos últimos días tengo rondando en mi cabecita loca: voy a ser feliz ,asi como soy...con el entusiasmo que nos deje nuestra compañera LA FIBRO!...no voy a intentar domarla, pero tampoco que robe mi entusiasmo !!!!!...y que se nos note en la cara !!!!!!!!!.....no voy a gastar mas energía en ella !!!....no mas de la necesaria !!! VOY A LUCHAR POR MI ENTUSIASMO..NO CONTRA MI FIBROMIALGIA !!!!!!!!! gracias Karina...

domingo, 3 de julio de 2011

CURACIÓN.... REMISIÓN ...??? TESTIMONIOS

Sábado 25 de junio de 2011



Les duele el cuerpo. Todo, todo el cuerpo. Demasiado. Están cansadas, no pueden dormir. Alguna vez se pensó que esta enfermedad invalidante era invento de las histéricas, pero hoy está claro que se trata de un trastorno en el sistema nervioso autónomo. Aquí, cuatro mujeres que atravesaron un verdadero calvario doloroso –tildado de crónico por la comunidad médica– cuentan cómo lograron sanarse.


Hace nueve años, Andrea (51) entrenaba ocho horas semanales un deporte de alto rendimiento. Le gustaba sentirse fuerte, saber golpear, saber defender su territorio. Hace nueve años tenía 50 kilos en el cuerpo, una figura atractiva, dos hijos chicos, un marido, una vida social activa y una gran empresa. Pero, a partir de una mañana de 2002 y durante seis años, por más de dos mil mañanas seguidas, sin excepción, se despertó con un dolor en el cuerpo de tal magnitud que la llevó, varias veces, a revolcarse en el piso. Andrea fue parte del 3,4% de las mujeres que tienen fibromialgia, una de las pocas que se sanó y narra su historia con otro nombre porque a veces la gente puede ser muy cruel con las fibromiálgicas y, por eso mismo, sabe que hay cientos de mujeres aguantándose un dolor incomprendido que sí se puede sanar.



“¿Relájate?”

La mañana en que empezó todo, Andrea abrió los ojos y se sintió repleta de un dolor en el cuerpo, extraño, difuso, profundo, “como quemante, que parecía venir de muy adentro, pero no sabía de dónde exactamente”. No sólo le dolía el cuerpo, también el alma: tres días antes había pasado por un momento muy triste –que prefiere no contar– y la pena seguía ahí. El dolor también. No podía ni siquiera poner un pie fuera de la cama y, además, sintió cómo le caía encima un cansancio exageradamente extremo. Pensó que era una gripe muy fuerte. Pasaron un par de días y el
dolor no cedió, entonces supo que había algo más y se fue a la unidad de dolor crónico de una clínica. Tuvo suerte, si se le puede llamar así, porque de inmediato el diagnóstico fue fibromialgia: una enfermedad en la que duelen dramáticamente los músculos, de la cabeza a los pies, que deja postrados en la cama a quienes la padecen, paralizados e invalidados, como si hubieran sido apaleados. Una afección que no se demuestra por ningún examen de laboratorio. Resultados de resonancias magnéticas perfectos. Músculos perfectos. Articulaciones perfectas. Tendones perfectos. Un mal que, supuestamente, no se pasa nunca. La solución que le dio el médico fue un analgésico potentísimo que le menguó en algo el dolor.
“Ándate a vivir al campo, te vas a relajar y se te va a pasar”, le dijo su reumatólogo. “¿Al campo? ¿Con dos niños chicos? ¿Y qué va a pasar con mi trabajo? ¿Qué es eso de ‘relájate’?”, pensó desconcertada.
Mientras que en ese tiempo los médicos chilenos no tenían tan clara la película, ella comenzó a investigar por su cuenta la información que se manejaba en Estados Unidos. “Aquí decían que la enfermedad no existía, que era básicamente como la depresión y cosas por el estilo. Allá estaban haciendo investigaciones con grupos a quienes daban placebo y otros a los que trataban con ciertas drogas, y empezaron a notar que efectivamente había algo físico”. Hoy nadie lo niega: las investigaciones científicas de los últimos años han encontrado que cada síntoma de la fibromialgia sí tiene una causa orgánica. “Existe una desregulación del sistema nervioso, tanto en las neuronas que transmiten el dolor desde la médula, como en aquellas que deberían modular el dolor en el cerebro”, dice Lilian Soto, reumatóloga de la Universidad de Chile y una de las expertas nacionales en el tema. Un reciente estudio del Departamento de Fibromialgia y Fatiga Crónica de la Clínica Mayo, Estados Unidos, lo puntualiza: se trata de una
amplificación central –física– de la percepción del dolor: es decir, una hipersensibilidad a estímulos que normalmente no son dolorosos.



Después de hurgar por cientos de papers científicos, Andrea supo, por ejemplo, de la existencia de la sustancia P, un transmisor del dolor que está muy presente en el líquido cefalorraquídeo de quienes padecen fibromialgia y que baña directamente a todas las estructuras del cerebro. Supo, también, que los fibromiálgicos suelen tener trastornos hormonales que dan explicación al cansancio exagerado que sienten. Y que también existen desregulaciones en los neurotransmisores (que comunican una neurona con otra), lo que afecta en el ánimo. Y supo que los nervios encargados de transmitir el dolor están permanentemente irritados en los pacientes con fibromialgia. En resumen, había algo físico y no bastaba con “relajarse”.
El dolor de Andrea era tan intenso y el cansancio tan invalidante, que tuvo que contratar a un chofer para poder moverse. “Seguía arrastrándome todas las mañanas. Cada vez que sabía que venía la etapa de actividades de mis hijos en el colegio, me volvía loca. Me preguntaba cómo iba a hacer esto o lo otro. El chofer me acarreaba. Me dolía hasta pararme, era horrible, horrible”.
Cuando Andrea lo recuerda, restriega con la punta de los dedos sus ojos cerrados. Para de hablar. Respira y sigue. “Lo más difícil siempre es la incomprensión de los que te rodean. La incomprensión de los médicos yo la entendía como ‘todavía no sabemos lo que es esto’. Pero que los tuyos no te entiendan era doloroso. Incluso los niños te hostilizan bastante: ‘mamá, pasas durmiendo’, me decían. Sé que en el fondo querían estar conmigo. El resto te quiere sana, te quiere operativa, que cumplas con tus roles de siempre. A ellos les incomoda mucho que estés enferma”.
Andrea hizo de todo para sanarse. 
Después de los reumatólogos, hizo acupuntura. 
Luego se fue a los siquiatras. Uno le dijo que tenía depresión endógena. Otro le dio antidepresivos que la dejaban con ganas de tirarse de un puente. Le pagó seis millones de pesos a otro doctor que le puso parches de lidocaína en el cuerpo, intentó hacer deporte, se revolcó de dolor en el piso mientras estaba en el sur tratándose con medicina antroposófica y, durante seis años, no le resultó ningún tratamiento para sanarse. Ninguno. Estaba, de verdad, desesperada.
Fue una amiga la que le recomendó a otro siquiatra más. Andrea fue sin fe. Él le dijo que la tendría que medicar, pero con una gran batería de remedios. Cuatro días pasaron. Después de tanto tiempo, se había acostumbrado a despertar en las mañanas y comprobar –como siempre– que el dolor seguía allí. “Y ese día no vino. No vino ni al minuto, ni a los dos minutos, ni a los tres minutos, ni a los cuatro, nada. Me levanté, muerta de miedo de que apareciera. Pero no volvió”.
El tratamiento al que se había sometido Andrea mezclaba dos de los tres fármacos que la Food and Drug Administration (FDA) hoy ha aprobado para tratar la fibromialgia: pregabalina y duloxetina (el tercero es milnacipran). A ella le dieron la dosis más alta posible.
“Lo que hizo el doctor fue sacarme el dolor. Reparar ese desequilibrio en mis neurotransmisores para que yo fuera capaz de llevar una vida de bienestar”. Eso le permitió sanar también el profundo malestar síquico que tenía tras seis años de dolor y que, dice, fue consecuencia de la fibromialgia. Hoy está segura, además, que el desequilibrio químico se desató por esa tristeza que ya tenía la mañana en que despertara paralizada. “El dolor emocional se convirtió en orgánico y eso no tiene nada de esotérico”.

El eslabón

Uno de los médicos que aplica el tratamiento al que se sometió Andrea es Gustavo Quijada, siquiatra del Centro Nevería y especialista en neuroplasticidad. El cerebro, dice Quijada, tiene una doble entrada: una tangible y otra intangible. Neuronas y mente, por decirlo de otra manera. Entonces puede enfermarse desde lo tangible o biológico (como con drogas) y curarse con lo tangible (como con antidepresivos). Pero también puede enfermarse desde lo intangible: un dolor emocional puede transformarse en una desregulación química. Y, a la vez, podría sanarse
con lo intangible: una terapia o meditación, por ejemplo. En el caso de la fibromialgia, si está ligada a una depresión importante, tendrá mejor pronóstico de sanación porque es posible sanarla con medicamentos y terapia. Ese es el gran avance en el tratamiento de la fibromialgia: entenderla como una enfermedad compleja y atacarla desde ambos frentes.
Ann Vincent, directora del Departamento de Fibromialgia y Fatiga Crónica de la Clínica Mayo, señala que han tenido varios pacientes capaces de controlar sus síntomas muy bien. “Son capaces de estar muy funcionales al usar un enfoque multidisciplinario que combina los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, como el yoga”. Manuel Martínez, reumatólogo mexicano experto en el tema –quien acaba de lanzar su libro Fibromialgia, el dolor incomprendido–, propone lo que él llama el tratamiento holista de la enfermedad. “Holista, porque cada persona es una unidad bio-sico-social. Es necesario atender sus molestias físicas y su repercusión emocional. La fibromialgia es un ejemplo de cómo está cambiando la concepción de la enfermedad: es la expresión en el cuerpo de lo anímico. No debiera haber discusión en considerar la fibromialgia como un eslabón perdido entre lo que es puramente sicológico y lo que es puramente biológico”, concluye Quijada.
Aulis Tornero (49, ingeniera) es un ejemplo de ese eslabón perdido. Ella estaba viviendo en China porque a su marido lo habían trasladado y ascendido a un cargo muy importante. Pasaban por uno de los mejores momentos económicos de sus vidas, pero un departamento de 300m2 y un auto con chofer no le bastaban a esta mujer que había trabajado toda su vida y que ahora veía su propia carrera estancada.



Pasó la Navidad y el Año Nuevo en Chile. Luego de un vuelo de 33 horas de vuelta a Shanghai, a Aulis le empezaron a doler las rodillas. “Pensé que era el cansancio típico del viaje, pero esta vez el dolor no paró. Sentía como si hubiera ido al gimnasio después de muchos años y hubiera hecho dos horas de pesas”. Entonces comenzó el periplo: acupunturistas, médicos, resonancias magnéticas, otros médicos, otras resonancias. Un médico de Hong Kong –tildado como eminencia, dice Aulis– le dijo que tenía inflamada la plica, una membrana que algunas personas tienen dentro de la rodilla. “¿La plica? En mi vida la había escuchado. Pero bueno, ahí me puse a investigar sobre la plica”. Para tratarse fue al kinesiólogo, le aplicaron ultrasonido, calor, frío, masaje y antiinflamatorios. Pasó cuatro semanas en cama sin poder ir siquiera al baño sola y la supuesta plica no cedía ni un milímetro. Aulis pidió una silla de ruedas para poder moverse y el médico le propuso otra solución: intervención quirúrgica. Después de seis meses de dolor, Aulis aceptó. La operación no le hizo ni cosquillas.
“Siempre presentí que había algo más, que esto no era solamente físico”. Tuvo la certeza de su presunción cuando, por única vez, por un par de horas, después de recurrir a una sanación espiritual, no sintió dolor. Entonces pensó que su dolor era, en realidad, también espiritual.
Aulis se sanó completamente un año después, cuando volvió a Chile y un equipo interdisciplinario de la Fundación Médica San Cristóbal –traumatólogos, sicólogos y kinesiólogos– la trató de fibromialgia. También, dice, se sanó con la ayuda de otro médico que usó técnicas espirituales, que le enseñó a trabajar en ser feliz y a identificar lo que quería decir su cuerpo. “Ahora entiendo por qué el dolor lo tenía principalmente en las rodillas. Porque mi cuerpo me estaba haciendo saber que no podía avanzar, que me sentía estancada”.

Procesar

Estiró el brazo para tomar un producto en el supermercado y quedó tiesa. “Pero tiesa, tiesa”. Tanto, que Carolina Peña (46) se fue al estacionamiento y casi no pudo sacar el auto porque apenas podía mirar hacia el lado. Estaba adolorida, sin movimiento. Era viernes y pasó acostada todo el fin de semana. Algo que era absolutamente excepcional en una mujer demasiado trabajadora, empresaria, con cuatro hijos, que salía a correr casi todos los
días y que no tomaba ni desayuno en cama. El primer médico que la vio le dijo que no tenía nada, que se tomara un buen analgésico y listo. “Doctor, esto no es normal, es demasiado”, le dijo Carolina cuando lo fue a visitar por segunda vez. “Pero es que no te puede doler tanto, no tienes nada en la resonancia magnética”, le respondió él. Lo mismo pasó una tercera vez. “Anda a un sicólogo mejor”, recibió como respuesta. Carolina se cambió de doctor. Fue a un traumatólogo que le hizo exámenes desde la punta de la cabeza hasta los dedos de los pies. Estaba casi todo normal. Lo único que parecía extraño era que su musculatura tenía exactamente la misma tensión si hacía o no hacía fuerza. Ahí le diagnosticaron fibromialgia y le aplicaron un tratamiento multidisciplinario: sicólogo, traumatólogo, algo de medicamentos y kinesiólogo.
Con la sicóloga que la atendió empezó a darse cuenta que cada vez que no le alcanzaba el tiempo para todo lo que tenía que hacer –hijos, marido y empresa propia– su espalda se resentía. Empezó a procesar sus emociones y a tomar conciencia de que su mente y su cuerpo estaban profundamente conectados. “En mi caso era el estrés. No era la pena ni nada, era el estrés. Antes de que me tratara de la fibromialgia me pasaba lo mismo, la espalda se me apretaba cuando estaba estresada y listo, pero yo no tenía conciencia de por qué era”. Hoy se preocupa de hacer deporte, de que su mente esté tranquila, de hacerse masajes. Hace todo lo que sea necesario porque se muere de miedo de que alguna vez le dé una crisis tan fuerte como la que tuvo. También usa un plano para el bruxismo, que la ayudó a terminar de sanarse por completo. “Yo no me había dado cuenta de que era tan estresada por dentro. Yo pensaba que era una persona súper feliz, pero con lafibromialgia me empecé a dar cuenta de mis límites y de que
tenía que aprender a separar lo importante de lo secundario y a decir lo que quería decir”.
Michelle Rivera, sicóloga de la Fundación Médica San Cristóbal, fue quien trató a Carolina. Ella pertenece a un equipo
multidisciplinario que trata pacientes con fibromialgia –entre otras afecciones– y está convencida de que el tratamiento sicológico es tan importante como el de otras disciplinas médicas para que una persona mejore. Como explica Rivera, el perfil sicológico de las pacientes que ha visto en su práctica corresponde a personas obsesivas, muy estructuradas, muy neuróticas, “que tienden a poner en el cuerpo lo que no procesan mentalmente”. Lo que no pasa o no es procesado mentalmente es puesto o manifestado a través del cuerpo, dice. ¿Por qué? Precisamente porque no tienen el tiempo suficiente para procesar sus emociones, porque están enfocadas en las otras prioridades
del día a día, en conseguir sus objetivos, obtener resultados. Esto no significa que cualquier mujer que no procese
sus emociones se va a enfermar de fibromialgia. El reumatólogo Manuel Martínez lo aclara: las mujeres que padecen
esta enfermedad tienen, con más frecuencia, componentes genéticos asociados. Sus nervios encargados de transmitir el dolor se irritan con más facilidad ante diferentes tipos de traumatismos o de situaciones estresantes. “Los componentes genéticos son inamovibles. El medio ambiente y la respuesta individual de las personas ante un medio ambiente hostil son lo que determinan si la enfermedad se desarrolla. Y estos dos últimos factores son modificables”, asegura. ·

El diagnóstico

Como los músculos, tendones y huesos no presentan ninguna alteración en los pacientes fibromiálgicos, el diagnóstico es básicamente clínico: se basa en el historial médico del paciente. Como explica Omar Valenzuela, reumatólogo de la Clínica Alemana, hay dos síntomas que no deben faltar: el dolor generalizado que afecte a ambos lados del cuerpo y la fatiga o cansancio intenso, que suele presentarse en las mañanas con una sensación de sueño no reparador y también en la tarde. Para diagnosticar fibromialgia, los síntomas deben estar presentes al menos por tres meses.
Además, existe el examen de los “tender points” o puntos dolorosos. Como explica Miguel Cuchacovich, reumatólogo y docente de la Universidad de Chile, son 18 los puntos dolorosos que se ubican en partes específicas del cuerpo. Si 11 de ellos duelen al presionarlos, hay 85% de probabilidades de que sea fibromialgia.
Esta enfermedad afecta fundamentalmente a mujeres entre 20 y 55 años. Es 6 veces más frecuente en mujeres que en hombres y la padecen entre 2 y 5% de la población.


Texto: Daniela González / Ilustraciones: Rodrigo Cabezas
Fotografía: Sebastián Utreras / Producción: Álvaro Renner